Vivienda incremental en LATAM: solución real al déficit habitacional

Viviendas incrementales del proyecto Quinta Monroy en Chile, diseño de Elemental

Viviendas incrementales en Quinta Monroy: arquitectura social con opción de crecimiento planificado. Fotografía: ArchDaily – uso editorial permitido.

La vivienda incremental es una estrategia urbana y social que está ganando protagonismo en Latinoamérica frente al persistente déficit habitacional. Consiste en entregar a las familias una vivienda básica, diseñada para ser ampliada o mejorada progresivamente con el tiempo, de forma planificada y asistida técnicamente. Esta solución intermedia permite acceder a una casa segura, legal y habitable desde el inicio, sin esperar a una vivienda definitiva que muchas veces nunca llega.

En un continente donde más del 45% de las viviendas sociales se construyen por autogestión o autoconstrucción informal, el modelo incremental permite canalizar ese esfuerzo con calidad, eficiencia y dignidad. Su aplicación no solo mejora las condiciones materiales de vida, sino que empodera a las familias y optimiza los recursos públicos disponibles.


¿Cómo funciona el modelo de vivienda incremental en LATAM?

La lógica de la vivienda incremental se basa en tres principios: flexibilidad, habitabilidad inmediata y crecimiento planificado. El Estado, cooperativas o entidades privadas entregan una unidad inicial estructuralmente sólida, con los espacios esenciales (cocina, baño, dormitorio), y un diseño que incorpora vacíos o módulos pensados para ampliarse por etapas.

A diferencia de la autoconstrucción informal, en este modelo el proceso está asistido por arquitectos, ingenieros y trabajadores sociales, lo cual garantiza la seguridad estructural, la eficiencia de materiales y el cumplimiento normativo. Las familias pueden construir por sí mismas o contratar fases posteriores con apoyo técnico, financiero o comunitario.

Este modelo reconoce que, en contextos de escasez, es más efectivo garantizar una base mínima de calidad que intentar ofrecer una solución completa pero inalcanzable para todos.


Casos exitosos de vivienda progresiva en Latinoamérica

🇨🇱 Chile – Quinta Monroy (Elemental)

Uno de los ejemplos más citados a nivel mundial es el proyecto Quinta Monroy, desarrollado en Iquique por el estudio ELEMENTAL, liderado por el arquitecto Alejandro Aravena. Con un presupuesto limitado, se construyeron viviendas de 36 m² completamente habitables, diseñadas para crecer hasta 72 m². El diseño entregó la mitad construida con alta calidad y dejó planificado el espacio restante para que cada familia lo completara según sus recursos y necesidades.

Como bien describe Aravena: “cuando el dinero es limitado, es mejor entregar la mitad de una casa bien diseñada que una casa pequeña de mala calidad” (Sacyr, The Clinic).

Este enfoque fue replicado y adaptado en diversos contextos, demostrando que la vivienda progresiva puede ser arquitectónicamente digna y socialmente efectiva (ArchDaily).

🇵🇪 Perú – PREVI (Proyecto Experimental de Vivienda)

El PREVI, iniciado en los años 70 en Lima, fue uno de los primeros experimentos a gran escala de vivienda incremental. Reunió a destacados estudios de arquitectura internacionales con el objetivo de desarrollar prototipos replicables que pudieran crecer en el tiempo. Aunque enfrentó retos de implementación, sentó las bases para futuras políticas de autoconstrucción asistida y diseño modular en Perú (Wikipedia).

🇧🇷 Brasil / 🇲🇽 México – Verticalización progresiva

En ciudades como São Paulo y Ciudad de México, donde el suelo urbano escasea, se han ensayado modelos de vivienda incremental vertical. Estos proyectos permiten comenzar con núcleos habitacionales mínimos en edificios multifamiliares, dejando estructuralmente preparada la edificación para futuras expansiones verticales o por integración de módulos habitacionales.

Este tipo de modelo se combina con políticas de suelo, planificación participativa y subsidios condicionales, lo que lo convierte en una vía emergente en zonas densas o regeneración urbana.


Beneficios sociales, económicos y ambientales

La vivienda incremental permite:

  • Reducir el déficit habitacional de forma realista y escalonada.
  • Aprovechar los recursos públicos de forma eficiente.
  • Empoderar a las familias mediante el control progresivo de su vivienda.
  • Reducir la informalidad, al estar acompañada por diseño técnico y regulación.
  • Mejorar la sostenibilidad ambiental, ya que se evitan demoliciones, se optimiza el uso de materiales y se adapta al contexto local.

Esta estrategia también favorece la economía local, al generar empleo en fases de ampliación, y refuerza el tejido comunitario a través del diseño participativo.


Programas públicos y políticas de vivienda incremental en la región

Diversos países de la región han comenzado a adoptar el enfoque incremental dentro de sus programas de vivienda social:

  • En Chile, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha estudiado en profundidad la eficacia de este modelo, destacando su impacto positivo en barrios vulnerables (IADB – Informe Chile).
  • En Colombia, el programa Mi Casa Ya ha explorado modalidades de apoyo progresivo, y existen experiencias exitosas en municipios que promueven la autoconstrucción asistida.
  • En Ecuador y El Salvador, organismos multilaterales como el Banco Mundial y UN-Habitat han apoyado proyectos piloto que combinan microfinanzas con diseños flexibles.
  • El BID propone además la construcción incremental como herramienta estratégica para facilitar el acceso a vivienda en toda América Latina (IADB).

Puedes ver un enfoque similar al de esta estrategia en nuestro artículo sobre vivienda asequible en Colombia 2025 y cómo se complementa con subsidios verdes o casas prefabricadas.


Conclusión: ¿es viable la vivienda social escalable en 2025?

La vivienda incremental no es una solución de emergencia ni una renuncia a la vivienda digna: es una estrategia realista, escalable y participativa que responde a las necesidades urbanas de Latinoamérica desde la inteligencia técnica, social y económica.

Diseñar con visión de futuro, habilitar el crecimiento estructurado y acompañar a las familias en su proceso de construcción son los pilares de esta alternativa cada vez más vigente. Frente a la vivienda ausente o informal, la opción incremental se presenta como un camino viable, justo y sostenible.


Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué tamaño tiene una vivienda incremental?

Generalmente parte de 30–40 m² habitables, con potencial de duplicarse.

¿Qué diferencia tiene con la autoconstrucción?

La vivienda incremental está diseñada y planificada con asistencia técnica, evitando errores comunes de seguridad o habitabilidad.

¿Cuánto tiempo toma completar una vivienda incremental?

Depende del ritmo económico de la familia, pero la vivienda inicial es habitable desde el primer día.

¿Qué países lo implementan en 2025?

Chile, Perú, Colombia, México, Brasil, El Salvador y Ecuador, con distintos enfoques y niveles de apoyo estatal.

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