El mercado inmobiliario español se prepara para un 2025 marcado por un nuevo incremento en los precios de la vivienda. Los expertos apuntan a un crecimiento sostenido de entre el 4% y el 10%, impulsado por una combinación de factores económicos, sociales y estructurales. Pese a las incertidumbres globales, el sector mantiene su dinamismo gracias a la sólida demanda y a la limitada capacidad de respuesta en términos de oferta. 

Fuente: Bankinter

Un mercado bajo presión: más demanda, menos oferta

El mercado inmobiliario español enfrenta un déficit estructural de oferta que supera las 100.000 viviendas anuales. Las dificultades para encontrar suelo finalista, la falta de mano de obra cualificada y las incertidumbres regulatorias han ralentizado la producción de vivienda nueva, intensificando el desequilibrio entre oferta y demanda. Según BBVA Research, esta brecha es uno de los factores principales que presionarán los precios al alza en los próximos meses.

Al mismo tiempo, la demanda se mantiene sólida gracias a una economía en recuperación, un mercado laboral estable y la progresiva bajada de los tipos de interés. Estos elementos están facilitando el acceso a la financiación hipotecaria, aumentando el número de compradores potenciales.

El impacto de los factores económicos y demográficos

La moderación de la inflación y la política monetaria más laxa del Banco Central Europeo (BCE) serán clave en la evolución del mercado. La reducción de los tipos de interés, que podría situar el Euríbor en torno al 2% a finales de 2025, abrirá la puerta a condiciones hipotecarias más favorables. Esto, combinado con el crecimiento del PIB y la creación de empleo, reforzará la capacidad de compra de los hogares.

Además, el teletrabajo y el interés por estilos de vida más tranquilos están impulsando el auge de las zonas periurbanas y rurales. Al mismo tiempo, la llegada de inmigrantes y la fuerte participación de compradores extranjeros, especialmente en zonas turísticas, seguirán impulsando la demanda.

Málaga y la Costa del Sol, líderes en atracción de inversiones

Málaga y la Costa del Sol se consolidan como destinos estrella para inversores nacionales e internacionales. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más del 40% de las transacciones en la región se realizan al contado, en gran parte por compradores extranjeros que buscan una segunda residencia o una inversión segura.

El Plan de Ordenación del Territorio (POT) y otros proyectos urbanísticos refuerzan el atractivo de esta área al mejorar las conexiones y garantizar un desarrollo ordenado. Los precios en la región podrían subir un 7% en 2025, liderando el mercado junto con otras zonas costeras y grandes ciudades como Madrid o Barcelona.

El alquiler: una crisis de oferta

El mercado del alquiler enfrenta una situación crítica debido a la reducción constante de la oferta. En ciudades como Barcelona, el impacto de las regulaciones de control de precios y el auge del alquiler turístico han provocado una caída drástica en el número de viviendas disponibles. Según el Observatorio del Alquiler, la oferta de alquiler residencial ha disminuido un 57% en los últimos tres años, lo que ha disparado los precios por encima del 10% anual.

El gobierno está trabajando en la creación de una ventanilla digital para regular los alquileres temporales, con el objetivo de frenar el fraude y garantizar mayor disponibilidad en el mercado de alquiler de larga duración.

Sin riesgo de burbuja

A pesar del continuo aumento de precios, los analistas descartan el riesgo de una burbuja inmobiliaria. Indicadores clave como la tasa de esfuerzo para el pago de hipotecas y la relación entre precios e ingresos familiares se encuentran dentro de márgenes sostenibles. Según el Banco de España, la accesibilidad a la vivienda en 2025 será mejor que en el pico de 2007, a pesar de las subidas de precios.

Conclusión: un mercado en crecimiento controlado

En 2025, la vivienda en España continuará siendo un sector en expansión, con precios al alza respaldados por una demanda sólida y una oferta limitada. El reto principal para los próximos años será encontrar soluciones efectivas para aumentar el parque inmobiliario y garantizar un mercado más accesible, tanto para compradores como para inquilinos. Mientras tanto, las zonas costeras y urbanas seguirán liderando la tendencia de crecimiento, consolidando a España como un destino preferente para la inversión inmobiliaria.