Torre dei Conti: el derrumbe que sacude a la restauración patrimonial en Europa
El colapso parcial de la Torre dei Conti en Roma, durante unas obras financiadas por la UE, reabre el debate sobre seguridad, gestión técnica y conservación del patrimonio histórico.

La Torre dei Conti, símbolo medieval de Roma, sufrió un colapso parcial en plena restauración financiada con fondos europeos.
El derrumbe que conmocionó a Roma
El 3 de noviembre de 2025, Roma amaneció con una noticia que hizo temblar a toda Europa: parte de la Torre dei Conti, una de las estructuras medievales más emblemáticas del Foro Romano, se desplomó en plena restauración. El accidente dejó un trabajador fallecido y varios heridos.
Las obras, financiadas con fondos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) por casi 7 millones de euros, buscaban convertir la torre en un centro cultural y museístico. Sin embargo, el colapso ha puesto en duda la gestión técnica del proyecto y la seguridad en las intervenciones sobre estructuras históricas.
Una torre milenaria al límite de su resistencia
Construida en 1238 por la familia Conti, la torre se alzaba como símbolo de poder y defensa en el corazón de Roma. Su estructura, compuesta por toba volcánica, ladrillo y argamasa, había resistido siglos de terremotos y transformaciones urbanas. Pero los informes técnicos ya advertían de fisuras profundas y desplazamientos en la cimentación.
Durante la restauración, se realizaron trabajos en el vano-escala interior y consolidación del basamento, dos puntos que podrían haber actuado como desencadenantes del derrumbe. Las autoridades locales reconocen que la torre no contaba con monitorización estructural en tiempo real, una práctica cada vez más habitual en restauraciones complejas.
El factor humano: tragedia y responsabilidad
El suceso tuvo consecuencias humanas devastadoras. Un operario de 66 años quedó atrapado entre los escombros durante 11 horas y falleció poco después.
La fiscalía de Roma abrió una investigación por “disastro colposo” y “omicidio colposo” (negligencia y homicidio involuntario). Las pesquisas se centran en los protocolos de seguridad, la supervisión técnica y la coordinación entre contratista y dirección de obra.
Este caso recuerda la importancia de aplicar planes de seguridad específicos en obras patrimoniales, donde cada decisión puede alterar el equilibrio estructural del conjunto. En España, el Instituto de Seguridad y Salud en la Construcción del CSIC ya ha advertido de que la mayoría de accidentes en restauraciones se deben a falta de evaluación previa de riesgos estructurales.
Lecciones técnicas y de gestión
El colapso de la Torre dei Conti ha generado una reflexión profunda entre arquitectos, ingenieros y restauradores. Estas son algunas de las lecciones más relevantes:
- Diagnóstico integral antes de intervenir. Ensayos no destructivos, modelado BIM patrimonial y simulaciones digitales son imprescindibles para detectar zonas críticas.
- Monitorización estructural constante. Sensores de desplazamiento y vibración pueden anticipar movimientos peligrosos durante la obra.
- Gestión del riesgo humano. La formación del personal y la coordinación entre técnicos reducen incidentes fatales.
- Transparencia en fondos públicos. Los proyectos financiados con recursos europeos deben rendir cuentas en materia de seguridad y sostenibilidad.
El incidente es un aviso para toda Europa sobre la necesidad de criterios unificados de control estructural en intervenciones patrimoniales.
Restaurar el pasado con tecnologías del futuro
El colapso pone de relieve que el patrimonio histórico necesita más que voluntad política: requiere inversión en tecnología, investigación y formación técnica. En proyectos recientes de referencia, como la ampliación del Museo del Prado o la restauración de la Casa Batlló, se ha demostrado que la combinación de BIM 4D, modelado láser y sistemas de sensorización estructural garantiza resultados seguros y sostenibles.
Lo que significa en la práctica es que la conservación del patrimonio debe avanzar hacia la ingeniería predictiva. La monitorización continua, junto a materiales compatibles con los originales, puede evitar desastres como el de Roma y asegurar que las futuras generaciones hereden edificios estables y auténticos.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué es la Torre dei Conti?
Es una torre medieval construida en 1238 por la familia Conti en el Foro Romano. Representaba el poder de esta familia nobiliaria y formaba parte de la defensa urbana.
¿Por qué se derrumbó parcialmente en 2025?
Durante su restauración, cedió una parte interior de la estructura, posiblemente por debilidad del basamento y fallos en la consolidación interna.
¿Qué medidas se están tomando ahora?
La zona está acordonada y los técnicos evalúan la estabilidad del resto del edificio para planificar su reconstrucción con sistemas de refuerzo estructural.
¿Qué lecciones deja para otros países?
El caso refuerza la necesidad de controlar digitalmente las estructuras patrimoniales y aplicar normas de seguridad más estrictas durante las obras.
¿Podría ocurrir algo similar en España?
Sí, especialmente en edificios antiguos sin estudios estructurales previos. De ahí la importancia de aplicar tecnologías como BIM y sensores de carga antes de intervenir.
Un aviso para toda Europa
La Torre dei Conti es hoy un recordatorio doloroso de que restaurar no siempre significa conservar. Requiere conocimiento técnico, sensibilidad histórica y responsabilidad compartida.
Porque el pasado no se reconstruye con prisas ni con fórmulas generalistas. La arquitectura patrimonial exige tiempo, ciencia y respeto.
