Tipos de ascensores: del primer elevador hidráulico a los ascensores sin cables del futuro

Ascensor panorámico
Desde las rudimentarias plataformas de carga impulsadas por vapor hasta los sofisticados sistemas magnéticos sin cables, los tipos de ascensores han evolucionado de forma espectacular. Su historia está profundamente ligada al crecimiento vertical de nuestras ciudades y a los avances en ingeniería y materiales. Hoy, no solo importan la velocidad o la eficiencia energética, sino también el diseño, la sostenibilidad y la tecnología empleada.
Breve historia del ascensor: de la tracción animal al control magnético
Los primeros dispositivos parecidos a ascensores datan del siglo III a.C., utilizados por los romanos con mecanismos de poleas y tracción animal. No obstante, el gran salto llegó en 1852 con Elisha Otis, quien presentó en Nueva York un sistema de seguridad para evitar caídas en caso de rotura del cable. Este invento marcó el inicio del ascensor moderno.
En el siglo XIX y principios del XX, los ascensores funcionaban con vapor o sistemas hidráulicos. Eran lentos, ruidosos y limitados en altura. Sin embargo, la revolución llegaría con la electricidad, que permitió una mayor velocidad, control y fiabilidad.
El ascensor como motor de la edificación vertical
El desarrollo de los ascensores modernos ha sido un elemento clave para el auge de los rascacielos y la arquitectura en altura. Sin ascensores, la edificación vertical tal como la conocemos sería inviable tanto funcional como económicamente.
- Optimización del suelo urbano: en ciudades densas, construir en altura es una necesidad. El ascensor lo hace posible, facilitando el acceso rápido y cómodo a todos los niveles.
- Cambio en el diseño arquitectónico: el núcleo vertical (donde se ubican los ascensores) se convirtió en un eje estructural fundamental en torres y edificios complejos.
- Aumento de la rentabilidad: las plantas superiores pasaron de ser las menos deseadas a las más cotizadas.
- Mayor accesibilidad universal.
- Reducción del impacto ambiental, gracias a modelos de bajo consumo.
Comparativa: ascensores históricos vs. ascensores futuristas
Característica | Ascensores antiguos | Ascensores actuales y futuristas |
---|---|---|
Sistema de tracción | Hidráulico o por vapor | Tracción eléctrica, magnetismo lineal |
Velocidad | 0,15 a 0,5 m/s | Hasta 20,5 m/s (Shanghai Tower) |
Capacidad | 3-5 personas | Hasta 50 personas |
Materiales | Hierro fundido, madera, acero | Fibra de carbono, aluminio, acero ultraligero |
Consumo energético | Elevado | Alta eficiencia, regeneración energética |
Tecnología | Básica | Inteligencia artificial, sin cables |
Impacto ambiental | Alto | Sostenibles, reciclables |
¿Qué tipos de ascensores existen hoy?
1. Ascensores hidráulicos
Ideales para edificios bajos, con mantenimiento sencillo pero bajo rendimiento energético.
2. Ascensores eléctricos con sala de máquinas
Fiables y de bajo coste, son la opción más extendida en edificios residenciales.
3. Ascensores eléctricos sin sala de máquinas (MRL)
Eficientes, silenciosos y más fáciles de integrar en rehabilitaciones.
4. Ascensores neumáticos
Estéticos, pequeños y sostenibles, pensados para viviendas unifamiliares.
5. Ascensores de doble cabina
Optimizan el tiempo de espera en torres de gran altura al permitir desplazamientos simultáneos.
🚀 Ascensores sin cables: la revolución vertical y horizontal
Los ascensores sin cables representan una de las innovaciones más disruptivas en la historia de la edificación vertical. El ejemplo más emblemático es el sistema MULTI de ThyssenKrupp (ahora TK Elevator), presentado en 2014. Este modelo elimina los cables tradicionales y utiliza tecnología de levitación magnética (maglev) similar a la de los trenes de alta velocidad.
¿Cómo funcionan?
En lugar de usar poleas o contrapesos, el sistema se basa en motores lineales que impulsan la cabina a lo largo de raíles verticales y horizontales. Esto permite que varios ascensores circulen en bucle dentro del mismo edificio, como si fuesen vagones en una línea de metro tridimensional.
Principales ventajas:
- Movimiento en múltiples direcciones: vertical y horizontal, ideal para edificios con formas complejas o interconectados.
- Reducción de tiempos de espera: el sistema distribuye dinámicamente las cabinas según la demanda.
- Mayor capacidad por hueco: permite que varias cabinas operen simultáneamente dentro del mismo eje.
- Ahorro de espacio y peso: al eliminar los cables, se reducen las cargas estructurales y los requisitos de sala de máquinas.
- Alta eficiencia energética: el sistema está diseñado para recuperar energía en cada frenado, mejorando la sostenibilidad.
Retos actuales:
- Coste elevado de implantación inicial.
- Necesidad de regulación específica, ya que las normativas actuales están pensadas para ascensores tradicionales.
- Limitación geográfica a proyectos de alta gama o innovación tecnológica.
Aun así, los ascensores sin cables marcan el camino hacia una nueva era de movilidad urbana dentro de los edificios, totalmente adaptada a los retos de densidad, sostenibilidad y eficiencia.
Materiales: la evolución invisible
- Fibra de carbono para cables ultraligeros.
- Aluminio estructural de bajo peso.
- Cristal laminado para ascensores panorámicos.
- Revestimientos reciclables y electrónicos eficientes en cabinas futuristas.
¿Qué nos espera en el futuro?
- Edificios conectados entre sí mediante ascensores horizontales.
- Ascensores inteligentes con IA que predicen el destino del usuario.
- Tecnología sin fricción, como la levitación activa, para cero mantenimiento.
- Materiales biodegradables y reciclables en toda la cadena de producción.
🧠 Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué son los ascensores sin cables?
Son elevadores que funcionan mediante levitación magnética, sin necesidad de poleas ni contrapesos, y pueden moverse tanto en vertical como en horizontal.
¿Son más sostenibles los ascensores sin cables?
Sí. Eliminan el uso de contrapesos pesados, consumen menos energía y su diseño permite regenerar energía en el frenado.
¿Pueden instalarse en cualquier edificio?
No. Por ahora están pensados para grandes edificios comerciales, hoteles o torres corporativas, aunque en el futuro su tecnología podría extenderse.