Plan de Illa para 214.000 viviendas: una medida estructural con el gran reto de los plazos urbanísticos

Plan de Illa para 214.000 viviendas y los retos urbanísticos en Cataluña

Salvador Illa durante la presentación del plan para impulsar 214.000 viviendas en Cataluña

El anuncio de Salvador Illa abre la puerta a una de las mayores transformaciones residenciales de Cataluña. Pero, ¿cuánto tardará en hacerse realidad?

El plan de Illa para 214.000 viviendas es, sin duda, el anuncio más ambicioso de los últimos años en materia de vivienda en Cataluña. Un proyecto que busca ampliar la oferta residencial, equilibrar el mercado y frenar el aumento de precios.
Desde Habitaro celebramos una medida estructural, largoplacista y basada en la oferta, algo poco habitual en el panorama político actual. Pero también conviene reconocer una realidad incómoda: gran parte de esas viviendas no estarán listas durante esta legislatura. Los procesos urbanísticos en Cataluña son lentos, técnicos y complejos, y convertir el suelo en solar edificable puede tardar entre 5 y 12 años.


Una medida estructural para ampliar la oferta

La apuesta de Illa contrasta con la tendencia política de los últimos años, centrada en medidas que estimulan la demanda en lugar de aumentar la oferta. En Habitaro lo hemos señalado en diversas ocasiones: necesitamos reformas estructurales, no políticas cortoplacistas que generen efectos inmediatos pero poco duraderos.

Como recordábamos en nuestro análisis sobre medidas políticas para el acceso a la vivienda, el sistema electoral —con comicios cada dos años de media entre municipales, autonómicas y nacionales— fomenta el cortoplacismo político. Cada gobierno busca resultados visibles dentro de su mandato, aunque eso signifique dejar de lado los proyectos de largo recorrido que realmente cambiarían el modelo habitacional.

Por eso, el plan de Illa para 214.000 viviendas merece reconocimiento: introduce una visión de planificación a largo plazo, que apuesta por la creación de suelo y parque residencial, el auténtico factor que puede estabilizar precios.



Solo una de cada cuatro viviendas puede construirse ya

El plan presentado por Illa divide las 214.000 viviendas en tres grupos según el estado del suelo:

Situación urbanísticaViviendas estimadasPorcentaje del totalEstado del suelo
Planeamiento y gestión aprobados21.72810 %Listas para urbanizar
Planeamiento aprobado, gestión pendiente32.39615 %En trámite administrativo
Planeamiento pendiente o en revisión118.562 – 160.000≈ 75 %Sin suelo urbanizado
TOTAL APROXIMADO214.000100 %

Fuente: elaboración propia Habitaro con datos del Departament de Territori.

En resumen, solo un 25 % del plan puede materializarse en esta legislatura (2025–2029).
El resto depende de que los municipios y la Generalitat logren acelerar los procesos urbanísticos y agilizar la gestión del suelo, un desafío que lleva años sin resolverse.

Según datos del Departament de Territori de la Generalitat de Catalunya, la mayoría de los planes parciales y revisiones del POUM requieren más de seis años de tramitación, a los que hay que sumar el tiempo de urbanización y licencias.


Cuánto tarda un suelo en ser edificable en Cataluña

Transformar un suelo en solar edificable es un proceso largo y técnico.
De acuerdo con el Institut Català del Sòl (INCASÒL), los tiempos reales son los siguientes:

  1. Revisión o modificación del POUM: 2–5 años.
  2. Plan parcial urbanístico (PPU): 1–2 años.
  3. Proyecto de reparcelación: 1–2 años.
  4. Urbanización y ejecución de obras: 1–3 años.
  5. Licencia de edificación: hasta 1 año.

En total, el plazo medio para transformar suelo rústico o urbanizable en un solar donde se pueda construir vivienda oscila entre 6 y 10 años, y puede superar los 12 en zonas metropolitanas.

El Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC) lleva tiempo advirtiendo que esta lentitud es uno de los principales cuellos de botella del acceso a la vivienda. Y la Fundació Catalunya Europa lo confirma en su informe de 2023: la burocracia urbanística se ha convertido en un factor de exclusión residencial, al retrasar la entrada al mercado de miles de viviendas necesarias.


Plan de Illa para 214.000 viviendas: una buena medida atrapada en la lentitud del sistema

Desde Habitaro valoramos positivamente el plan de Illa para 214.000 viviendas. Es una medida estructural, pensada para ampliar la oferta y no para calentar la demanda.
Pero es evidente que el sistema actual no acompaña.

Los trámites, informes y revisiones ambientales hacen que los proyectos se eternicen, mientras las empresas privadas, los técnicos y los arquitectos trabajan con un ritmo que las administraciones no son capaces de seguir.
En la práctica, el mercado se frena no por falta de iniciativa, sino por lentitud institucional.

Como analizamos en nuestra previsión del precio de la vivienda en España 2030, si la oferta no aumenta de manera efectiva, los precios seguirán tensionándose.
Y si seguimos asumiendo como normal que urbanizar un suelo lleve una década, estaremos aceptando un modelo que condena a toda una generación a no poder acceder a la vivienda.



Conclusión: una gran medida que solo funcionará si se agilizan los procesos urbanísticos

El plan de Illa para 214.000 viviendas es un paso en la buena dirección: apuesta por la oferta, la planificación y la estabilidad del mercado.
Pero si queremos que esa cifra deje de ser una promesa y se convierta en realidad, Cataluña necesita una revolución administrativa.
Modernizar y digitalizar los procedimientos, reducir las duplicidades y agilizar los informes técnicos no es solo un reto urbanístico: es una cuestión de responsabilidad social.

Preguntas frecuentes sobre el plan de Illa para 214.000 viviendas

¿Cuántas viviendas del plan de Illa pueden construirse ya?

Solo alrededor del 25 % de las 214.000 viviendas tienen el suelo listo o en fase avanzada de tramitación. El 75 % restante depende de transformaciones urbanísticas aún pendientes.

¿Cuánto tarda un proceso urbanístico completo en Cataluña?

De media, entre 6 y 10 años, pudiendo llegar a 12 en municipios metropolitanos. Incluye planeamiento, reparcelación, urbanización y licencias.

¿Por qué se consideran positivas las medidas basadas en la oferta?

Porque equilibran el mercado a largo plazo. Las políticas que solo incentivan la demanda tienden a subir los precios, como explicamos en Habitaro.

¿Qué reformas serían necesarias para acelerar estos plazos?

Revisar la Llei d’Urbanisme de Catalunya, simplificar trámites y digitalizar expedientes permitiría reducir los tiempos de gestión y desbloquear miles de viviendas.

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