Incendios forestales en Brasil 2025: reducción histórica del 70% y su impacto ambiental

Los incendios forestales en Brasil 2025 registran una reducción histórica del 70% en superficie quemada. Datos oficiales muestran caídas en Amazonia y Pantanal, aunque la deforestación y la temporada seca mantienen riesgos latentes con impacto en urbanismo, construcción y energía.

Vista aérea del Pantanal brasileño en 2025 tras la reducción histórica del 70% de los incendios forestales

Pantanal brasileño en 2025, con vegetación regenerada tras la reducción histórica del 70% de los incendios forestales.

Un cambio inesperado en la dinámica del fuego

El inicio de 2025 sorprendió a la comunidad internacional: los incendios forestales en Brasil 2025 registraron una reducción histórica del 70% en superficie quemada respecto al mismo periodo del año anterior. Según el sistema MapBiomas Fire Monitor, entre enero y marzo se quemaron 912.900 hectáreas, frente a las 2,1 millones de hectáreas de 2024 (MapBiomas).

El dato fue confirmado por Agencia Brasil, que lo calificó como la mayor caída de los últimos 15 años. El descenso se atribuye tanto a condiciones climáticas más húmedas como a un refuerzo de la política ambiental en un país donde la deforestación y las quemas ilegales han sido históricamente un problema.


Datos por biomas: Amazonia, Cerrado y Pantanal en 2025

La reducción no fue homogénea y muestra realidades muy distintas:

  • Amazonia: registró un descenso del ~89,9% en superficie quemada durante el primer semestre, de 782.000 hectáreas en 2024 a unas 79.000 en 2025. Los focos de calor también se redujeron un 80,9% (Noticias Ambientales).
  • Pantanal: protagonizó un récord histórico, con -96,8% de focos y -99,2% de área quemada en julio (1.400 ha frente a más de 170.000 ha en 2024), según SECOM Brasil.
  • Cerrado: al contrario, registró un ligero aumento del 12% en el primer trimestre (91.700 ha), reflejo de su estacionalidad y del uso agropecuario intensivo.
  • Bosque Atlántico, Pampa y Caatinga: también presentaron caídas significativas, aunque en la Caatinga se detectó un repunte de incendios hacia mitad de año.

En conjunto, el balance del primer semestre 2025 elaborado por IBAMA muestra una reducción del 46% en focos y del 65,8% en superficie quemada frente al mismo periodo de 2024.


Qué explica la reducción de los incendios forestales en Brasil 2025

  1. Factores climáticos: mayor humedad en la Amazonia y en el Pantanal, con lluvias por encima de la media.
  2. Acciones gubernamentales: coordinación entre el gobierno federal, estados y organismos como IBAMA e ICMBio, declarando emergencias, desplegando brigadas y monitoreo satelital en tiempo real.
  3. Presión internacional y acuerdos ambientales: la credibilidad de Brasil en la COP30 de Belém obligó a reforzar políticas de protección.
  4. Participación comunitaria: brigadas indígenas y rurales tuvieron un rol activo en la detección temprana y control de fuegos.

Tecnologías de monitoreo y prevención en Brasil

Una de las claves detrás de la caída de los incendios forestales en Brasil 2025 es el uso de tecnologías avanzadas para la detección y gestión del fuego.

  • Satélites de alta resolución (como los de NASA y ESA) permiten identificar focos de calor en tiempo real.
  • MapBiomas Fire Monitor aplica algoritmos de inteligencia artificial para diferenciar entre quemas agrícolas controladas y incendios descontrolados.
  • Drones y sensores aéreos ya se utilizan en el Pantanal y la Amazonia para vigilar áreas inaccesibles, apoyando tanto a brigadistas como a comunidades locales.
  • Big data aplicado a urbanismo: estas herramientas no solo ayudan en áreas forestales. También permiten planificar la expansión de ciudades reduciendo el riesgo en zonas de interfaz urbano-forestal.

Este salto tecnológico conecta con la necesidad de ciudades inteligentes capaces de anticipar riesgos ambientales, en línea con otras tendencias como los extremos climáticos en LATAM.


Riesgos latentes: deforestación y temporada seca

La reducción en 2025 no garantiza un futuro estable. Datos de Swissinfo muestran que la deforestación en la Amazonia creció un 92% en mayo frente al mismo mes de 2024, con más de 960 km² talados.

Además, entre julio y octubre suele concentrarse el mayor número de incendios, coincidiendo con la temporada seca. Esto significa que, pese a la mejora inicial, Brasil sigue expuesto a repuntes de fuego vinculados al uso del suelo y a fenómenos climáticos cada vez más extremos.


Incendios forestales en Brasil 2025 en contexto global

Para dimensionar el avance brasileño, conviene compararlo con lo que ocurre en otras regiones:

  • Chile: en 2023 y 2024 sufrió incendios que destruyeron más de 400.000 hectáreas, afectando directamente a viviendas periurbanas.
  • Grecia: en 2023 vivió el mayor incendio de Europa en décadas, lo que impulsó normativas urbanísticas más estrictas en áreas rurales.
  • California: ha invertido en infraestructura resistente al fuego y programas de seguros climáticos tras pérdidas millonarias por incendios recurrentes.

El caso brasileño, con una reducción del 70% en 2025, contrasta con estos escenarios y muestra cómo la combinación de políticas públicas, tecnología y coordinación interinstitucional puede cambiar la tendencia. A nivel global, la experiencia se estudia como modelo de gestión ambiental replicable.


Impacto en urbanismo, construcción y energía

La caída de los incendios forestales en Brasil 2025 no solo tiene un valor ecológico, también ofrece lecciones aplicables a la construcción y la planificación urbana:

  • Urbanismo resiliente: la interfaz urbano-forestal (zonas donde la ciudad se mezcla con áreas naturales) requiere cortafuegos, corredores verdes y materiales resistentes al fuego en nuevas urbanizaciones.
  • Gestión hídrica y energética: el vínculo entre incendios y sequía conecta directamente con la crisis hídrica urbana. El Pantanal, por ejemplo, sufrió sequías que afectaron tanto al agua potable como a la generación hidroeléctrica.
  • Construcción sostenible: las políticas de control del fuego refuerzan la necesidad de normativas que regulen la deforestación previa a proyectos inmobiliarios, integrando certificaciones ambientales y compensaciones.
  • Diversificación energética: menos incendios y menos sequías significan más estabilidad para el sistema hidroeléctrico. Pero, ante la vulnerabilidad, Brasil impulsa también proyectos de energía solar y eólica descentralizada.

En definitiva, la experiencia de 2025 demuestra que las políticas ambientales bien ejecutadas inciden directamente en el futuro de la construcción, el urbanismo y la energía.


Conclusión

La caída de un 70% en incendios forestales en Brasil 2025 es una señal alentadora en un país que sufrió en 2024 una de sus peores crisis de fuego en la Amazonia y el Pantanal. Sin embargo, los datos de deforestación y la llegada de la temporada seca recuerdan que el problema está lejos de resolverse.

Para el sector de la construcción y el urbanismo, el mensaje es claro: sin ecosistemas saludables, no habrá ciudades resilientes. Invertir en prevención de incendios, gestión del agua y diversificación energética es invertir en el futuro del hábitat urbano.


Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Cómo se calculó la reducción del 70% en 2025?

El dato proviene de MapBiomas Fire Monitor, que combina imágenes satelitales con algoritmos para medir superficie quemada en tiempo real.

¿Por qué aumentaron los incendios en el Cerrado pese a la caída nacional?

Porque es un bioma muy ligado al agro y su estacionalidad es distinta: la temporada seca llega antes, y las quemas agrícolas suelen intensificarse.

¿Qué relación tienen los incendios con la crisis hídrica?

Los incendios agravan la desertificación y reducen la capacidad de los suelos de retener agua. Esto afecta tanto al suministro urbano como a la generación hidroeléctrica, como ya vimos en el artículo sobre crisis hídrica urbana.

¿Se puede revertir la mejora en el segundo semestre?

Sí. Entre julio y octubre suelen darse los picos de incendios. Factores como El Niño o La Niña pueden intensificar sequías o lluvias, alterando la tendencia positiva.

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