Impuesto del 100% a extranjeros por comprar vivienda en España: ¿realidad o medida simbólica?

España estudia un impuesto del 100% a compradores extranjeros: ¿qué implicaría?

El nuevo impuesto a extranjeros que compren vivienda en España, planteado por el PSOE, ha desatado una oleada de análisis. Según el borrador, este gravamen adicional del 100% sobre el valor de compra se aplicaría a ciudadanos extracomunitarios que adquieran viviendas usadas.

La medida no solo pretende disuadir la inversión especulativa, sino que busca proteger el acceso a la vivienda de la población local en zonas tensionadas por la demanda internacional.

Qué viviendas se verían afectadas por el nuevo impuesto a extranjeros

Solo estarían afectadas las viviendas de segunda mano, ya que las de obra nueva tributan mediante IVA (y no por ITP), y quedarían exentas del nuevo gravamen. Esto podría dar lugar a una paradoja: incentivar la compra de vivienda nueva por parte de extranjeros frente a la segunda mano.

Además, los compradores extranjeros podrían esquivar el impuesto si adquieren directamente al promotor.

Qué busca el Gobierno con esta medida

Entre los objetivos declarados del Gobierno destacan:

• Reducir la presión inmobiliaria en zonas donde el capital extranjero ha elevado artificialmente los precios.
• Aumentar la oferta disponible para residentes nacionales.
• Frenar la especulación ligada a compras por parte de no residentes con fines turísticos o de inversión a corto plazo.

Este enfoque sigue el camino de países como Canadá o Nueva Zelanda, donde ya existen restricciones a la compra de inmuebles por parte de foráneos.

¿Es constitucional un impuesto del 100%?

Algunos expertos alertan de que el impuesto podría rozar la inconstitucionalidad, al ser potencialmente confiscatorio, duplicando el coste real de adquisición.

Además, se plantea si esto violaría principios de igualdad ante la ley o si es compatible con tratados internacionales suscritos por España.

¿Cuántos extranjeros compran vivienda en España?

Aunque el debate es intenso, lo cierto es que solo el 3% de las operaciones de compraventa en España son realizadas por extracomunitarios no residentes, según datos del Colegio de Registradores. Por tanto, el impacto económico de la medida sería limitado, aunque su carga simbólica es alta.

En zonas como la Costa del Sol o Baleares, sin embargo, el peso de estas operaciones sí es notable, como se refleja en datos de Idealista.

El mercado reacciona: ¿impacto real o ruido político?

El anuncio ya ha provocado preocupación entre agentes inmobiliarios, promotores y notarios, especialmente en mercados locales muy dependientes de la demanda internacional. También se teme que la medida se interprete como hostil por países aliados como Reino Unido, cuyos ciudadanos siguen siendo grandes compradores tras el Brexit.

De hecho, el Financial Times se ha hecho eco del tema como uno de los movimientos más polémicos del Ejecutivo en materia de vivienda.

¿Dejarán de comprar los extranjeros? ¿Y eso influirá en el acceso a la vivienda?

Una de las preguntas clave es: ¿realmente dejarán de comprar los extranjeros si se aprueba este impuesto? Y si lo hacen, ¿influirá eso en la presión sobre el mercado inmobiliario nacional?

La mayoría de compradores extracomunitarios se concentran en zonas turísticas costeras como la Costa del Sol, Alicante o Baleares, y suelen buscar viviendas de alto standing con finalidades de segunda residencia o inversión a largo plazo. Estas operaciones, aunque notorias, no representan la mayor parte del mercado tensionado en zonas urbanas.

En contraste, en áreas metropolitanas como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla, donde la presión sobre la vivienda habitual es asfixiante, la presencia de compradores extranjeros no residentes es residual. Es decir, aunque esta medida pueda tener cierto impacto en los mercados de lujo o vacacionales, su capacidad real para mejorar el acceso a la vivienda en los núcleos urbanos densos es muy limitada.

¿Simbolismo electoral o estrategia estructural?

Estas nuevas propuestas fiscales, como el impuesto a extranjeros por comprar vivienda, podrían interpretarse como un gesto en la buena dirección para corregir desequilibrios del mercado. Sin embargo, responden más a un simbolismo electoralista que a un plan estratégico integral. Como analizamos en profundidad en el artículo sobre medidas políticas para mejorar el acceso a la vivienda, la efectividad real de estas iniciativas es limitada si no se acompaña de una hoja de ruta sólida y estructural.

Algo similar ocurre con la nueva ley de alquiler por habitaciones en Catalunya, que en lugar de regular esta modalidad creciente de uso, la elimina de facto, reduciendo aún más la ya escasa oferta. Y en un contexto de déficit estructural de vivienda en España, no aumentar la oferta supone perpetuar la presión sobre los precios en perjuicio de los ciudadanos con menor poder adquisitivo.

Preguntas frecuentes (FAQ)