Hidrógeno verde: la nueva apuesta energética de LATAM

Representación generada por IA de un complejo de hidrógeno verde y energías renovables en América Latina. No corresponde a una imagen real.
El hidrógeno verde en Latinoamérica se está consolidando como una pieza clave en la transición energética global. Gracias a su abundancia de recursos renovables y a su posición geoestratégica, la región se perfila como uno de los polos con mayor potencial para liderar esta transformación. Países como Chile, Brasil, Colombia y Argentina ya avanzan con estrategias nacionales y megaproyectos de exportación que podrían posicionarla como referente mundial en la producción de hidrógeno bajo en carbono.
Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), América Latina podría abastecer hasta el 25 % de la demanda global de hidrógeno verde para 2030 si se consolidan las inversiones y se eliminan las barreras regulatorias y logísticas.
¿Qué es el hidrógeno verde y por qué es clave para Latinoamérica?
El hidrógeno verde se produce mediante electrólisis del agua, utilizando electricidad proveniente exclusivamente de fuentes renovables (solar, eólica, hidroeléctrica). A diferencia del hidrógeno gris o azul, este proceso no emite gases contaminantes, lo que lo convierte en una solución sostenible para sectores difíciles de descarbonizar, como la industria pesada, la siderurgia, la movilidad de carga o la generación de fertilizantes.
Su desarrollo está íntimamente ligado a la disponibilidad de renovables baratas, algo que América Latina posee en abundancia. Esto lo posiciona como una de las principales apuestas energéticas en los próximos 20 años.
Principales países impulsores del hidrógeno verde en Latinoamérica
Chile: pionero regional
Chile fue el primer país de la región en presentar una estrategia nacional de hidrógeno verde (2020). Su objetivo: tener 5 GW de capacidad de electrólisis en desarrollo para 2025 y 25 GW al 2030. En la región de Magallanes, el megaproyecto H2 Magallanes, liderado por TotalEnergies, prevé una inversión de US$16.000 millones y una producción anual de 1 millón de toneladas desde 2027.
Sin embargo, expertos alertan sobre retrasos en permisos e infraestructuras, lo que podría hacerle perder su liderazgo global frente a competidores como Estados Unidos.
Brasil: potencia renovable y exportadora
Brasil lidera en número de proyectos: más de 111 iniciativas en 15 estados, que requerirán hasta 90 GW de capacidad renovable. Destaca el Green Energy Park en Piauí, que aspira a producir hasta 5 millones de toneladas anuales de amoníaco verde para exportación. El país ha lanzado su Programa Nacional de Hidrógeno (PNH2) y se apoya en su fortaleza industrial, portuaria y minera.
Además, el desarrollo de parques eólicos offshore vinculados a proyectos de hidrógeno podría ser clave para regenerar económicamente regiones afectadas por el cambio climático, como Río Grande do Sul.
Colombia: avance institucional y piloto a gran escala
Colombia aprobó su hoja de ruta de hidrógeno en 2021 y ha comenzado con fuerza. Ecopetrol está construyendo la mayor planta de hidrógeno verde operativa en LATAM, ubicada en Cartagena. Con una inversión de US$28,5 millones, producirá 800 toneladas anuales para abastecer su refinería y probar la descarbonización del sector petroquímico.
El país aspira a contar con entre 1 y 3 GW de electrólisis para 2030. Además, según el NewClimate Institute, Colombia tiene ventajas logísticas, marco normativo favorable y oportunidades de exportación industrial.
Argentina: megaproyectos con financiamiento global
La provincia de Río Negro albergará el proyecto Pampas, liderado por Fortescue Future Industries. Con una inversión estimada de US$8.400 millones, se instalarán 2 GW de energía eólica y 500 MW solares para producir 2,2 millones de toneladas anuales de hidrógeno a partir de 2030. Este proyecto representa uno de los más ambiciosos del hemisferio sur.
Por otra parte, la ciudad de Pico Truncado fue pionera con una planta experimental de hidrógeno desde principios de los años 2000, como destaca el informe El auge del hidrógeno verde en América Latina y el Caribe.
México, Uruguay y otros
México cuenta ya con más de 20 proyectos en etapa de desarrollo. Aunque carece de una estrategia nacional robusta, el norte del país se perfila como zona clave por su alta radiación solar y cercanía al mercado estadounidense.
Uruguay, por su parte, apunta a producir 1 millón de toneladas al año hacia 2040, con 9 GW de electrólisis y 18 GW renovables, según el Banco Interamericano de Desarrollo.
Potencial económico del hidrógeno verde en América Latina
América Latina tiene una ventana estratégica única. Su proximidad a mercados como Europa, Estados Unidos y Asia, sumada a su competitividad renovable, podría convertirla en proveedora neta de hidrógeno y derivados (amoníaco, metanol).
El World Economic Forum estima que el hidrógeno verde podría representar más del 3 % del PIB regional en 2040, si se consolidan políticas públicas e inversiones.
Barreras estructurales por resolver
Pese al potencial, la región enfrenta retos importantes:
- Infraestructura deficiente: falta de redes de transmisión eléctrica, puertos adecuados y capacidad de almacenamiento.
- Regulación incipiente: ausencia de marcos legales armonizados, certificación de hidrógeno limpio y licencias ambientales claras.
- Demanda interna reducida: limita el desarrollo temprano sin depender exclusivamente de exportaciones.
- Financiamiento y riesgo país: muchos inversores perciben Latinoamérica como un entorno de alta volatilidad jurídica y política.
- Falta de personal técnico especializado, como señala el CSIS.
Conclusión: el futuro del hidrógeno verde en la región
El hidrógeno verde en Latinoamérica no es una utopía energética, sino una realidad en construcción. Con recursos naturales abundantes, estrategias nacionales en marcha y creciente interés internacional, la región puede posicionarse como líder global.
Pero para que esto ocurra, será necesario superar obstáculos regulatorios, invertir en infraestructura y formar talento local. El equilibrio entre desarrollo económico, sostenibilidad ambiental y justicia social será determinante.
Desde Habitaro, seguiremos analizando cómo estas nuevas energías reconfiguran el mapa energético y urbano de la región.
Preguntas frecuentes sobre el hidrógeno verde en Latinoamérica
Chile, Brasil, Colombia y Argentina son los países con mayor número de proyectos y estrategias nacionales activas. También destacan México, Uruguay y Costa Rica, que avanzan en hojas de ruta y alianzas internacionales. Chile fue pionero con su plan nacional en 2020, mientras que Brasil lidera en número de proyectos registrados.
El hidrógeno verde se utiliza en sectores industriales (acero, fertilizantes, refinación), generación de energía, transporte pesado (camiones, barcos), y como vector energético para exportación en forma de amoníaco o metanol. También es clave para almacenar electricidad renovable en sistemas energéticos no interconectados.
La región cuenta con abundante energía renovable de bajo coste, grandes extensiones de tierra, acceso portuario estratégico y experiencia en exportación de commodities. Todo esto permite producir hidrógeno verde a un coste competitivo y con baja huella de carbono, ideal para mercados exigentes como Europa o Japón.
Las principales barreras son la falta de infraestructura, ausencia de estándares regionales, baja demanda interna, riesgo político y necesidad de formar técnicos especializados. También se requiere mayor participación social y planificación ambiental para evitar conflictos territoriales.
No en el corto plazo. El hidrógeno verde complementará la matriz energética, sobre todo en sectores industriales de difícil electrificación. A medio plazo, puede convertirse en una fuente exportadora clave, pero no sustituirá al petróleo o gas natural en todos los sectores. Su papel será estratégico, pero no exclusivo.