Hidrógeno verde en Argentina: la revolución energética que espera una ley para despegar
Argentina tiene viento, sol y más de 20 proyectos de hidrógeno verde listos para despegar. Pero sin una ley que dé certezas, la revolución energética sigue en pausa.

Imagen generada por IA: planta de hidrógeno verde y aerogeneradores en la Patagonia argentina.
Argentina está ante una oportunidad histórica para redefinir su matriz energética. Con más de veinte proyectos de hidrógeno verde en planificación, principalmente en la Patagonia, el país podría transformarse en una potencia regional en energías limpias. Sin embargo, este potencial aún está detenido por una razón clave: la falta de una ley marco que otorgue seguridad jurídica, incentivos fiscales y horizonte a largo plazo.
En 2025, el Congreso argentino comenzó a debatir una ley de hidrógeno verde que prevé beneficios por hasta treinta años, una señal que podría abrir la puerta a inversiones millonarias y consolidar al país como uno de los polos más prometedores del llamado “oro verde”.
Un país con condiciones únicas para producir hidrógeno verde
Argentina reúne ventajas naturales excepcionales. En la Patagonia, los vientos constantes de más de nueve metros por segundo convierten a esta región en una de las más eficientes del planeta para generar electricidad eólica. Al mismo tiempo, el norte del país ofrece una de las radiaciones solares más altas de América Latina, lo que posibilita una combinación híbrida eólica-solar ideal para la electrólisis.
De acuerdo con el Global Hydrogen Organization (GH2), Argentina podría alcanzar una capacidad de electrólisis superior a 5 GW hacia 2030, con potencial para producir más de un millón de toneladas de hidrógeno verde al año. En un horizonte de largo plazo, este sector podría generar 50 000 empleos calificados y exportaciones por 15 000 millones de dólares anuales.
El debate legislativo: una ley clave para atraer inversiones
Aunque la industria del hidrógeno verde en Argentina ya cuenta con proyectos piloto —como el impulsado por Fortescue Future Industries en Río Negro—, la falta de un marco normativo ha frenado su avance.
Según Mejor Energía, el Gobierno argentino presentó el texto definitivo del proyecto el 8 de julio de 2025, con incentivos fiscales por treinta años, estabilidad tributaria y un sistema de certificación del hidrógeno renovable que permitirá cumplir con estándares internacionales. La propuesta también adapta el régimen de grandes inversiones (RIGI) al sector energético y busca acelerar la adhesión de proyectos antes de 2030.
El proyecto de ley de hidrógeno debatido en la Cámara de Diputados prevé incentivos fiscales por treinta años, estabilidad tributaria, reducción de aranceles para equipamiento e infraestructura, y un sistema de certificación nacional del hidrógeno renovable, alineado con estándares internacionales.
Según PV Magazine LATAM, el texto también incluye la creación de una Estrategia Nacional del Hidrógeno, con metas de producción, capacitación técnica y desarrollo tecnológico local.
El ministro de Energía sostuvo durante el debate que “Argentina puede convertirse en un exportador de energía limpia al mundo si brinda previsibilidad y reglas estables a los inversores”.
Proyectos estratégicos en la Patagonia
En la Patagonia se concentran las mayores expectativas. Los vientos de Río Negro, Chubut y Santa Cruz ofrecen una densidad energética sin comparación. Allí se ubican proyectos de empresas internacionales interesadas en producir hidrógeno o amoníaco verde para exportación.
Entre los más relevantes destacan:
- Fortescue Future Industries (FFI), que planea invertir más de 8 000 millones de dólares para generar hidrógeno verde en Río Negro, con capacidad para exportar a Europa y Asia.
- MMEX Resources Corporation, que analiza un proyecto piloto en Santa Cruz con foco en la producción de e-combustibles.
- HIF Global, que evalúa replicar su modelo chileno de combustibles sintéticos en el sur argentino.
Estas iniciativas confirman que la energía eólica patagónica es el punto de partida de una nueva industria exportadora, comparable con la del gas o el litio.
Oportunidades para el sector de la construcción y la ingeniería
El auge del hidrógeno verde en Argentina no solo implica desarrollo energético: abre también una nueva frontera para la construcción, la ingeniería y la edificación industrial.
La implementación de plantas de electrólisis, tanques criogénicos, instalaciones de transporte y puertos especializados requerirá infraestructura a gran escala, con participación directa de ingenieros, arquitectos, urbanistas y empresas constructoras.
Como se analizó en el artículo sobre la transición energética en Latinoamérica, esta transformación genera demandas urbanas e industriales inéditas, desde la creación de parques tecnológicos hasta el desarrollo de viviendas para personal técnico.
Asimismo, la integración de energías renovables, eficiencia térmica y diseño modular industrial puede acelerar el desarrollo de polos energéticos sostenibles, replicando modelos europeos de “eco-hubs” regionales.
Desafíos estructurales que persisten
No obstante, el camino hacia una industria del hidrógeno verde en Argentina no está libre de desafíos:
- Infraestructura eléctrica insuficiente: las líneas de transmisión que conectan la Patagonia con los grandes centros industriales aún son limitadas.
- Acceso al agua: la electrólisis requiere un uso intensivo de agua, recurso escaso en zonas áridas del sur.
- Financiamiento y riesgo país: la inestabilidad macroeconómica encarece los proyectos y limita el crédito internacional.
- Desarrollo local de tecnología: la ley deberá incentivar la capacitación y la producción nacional de componentes, evitando la dependencia total de importaciones.
De acuerdo con Hydrogen Insight, los inversores internacionales miran con atención la evolución legislativa: el capital está disponible, pero requiere seguridad jurídica y previsibilidad fiscal.
¿Por qué Argentina aún no despega en hidrógeno verde?
La respuesta es clara: sin ley, no hay mercado. Las empresas necesitan certezas sobre impuestos, aranceles y estabilidad normativa antes de comprometer inversiones que superan los mil millones de dólares.
Mientras tanto, países vecinos como Chile y Brasil ya cuentan con estrategias nacionales consolidadas. Chile, por ejemplo, dispone de una Política Nacional de Hidrógeno Verde desde 2020, lo que le permitió captar más de treinta proyectos internacionales.
En Argentina, el debate legislativo avanza, pero cada retraso implica perder competitividad en una carrera global que se acelera.
Conexión regional: Argentina como parte del triángulo del hidrógeno
Argentina, junto con Chile y Uruguay, conforma lo que varios expertos llaman el “triángulo del hidrógeno verde” de Sudamérica. Su posición geográfica y su infraestructura portuaria atlántica la convierten en un puente estratégico hacia Europa.
Según el artículo sobre hidrógeno verde en Latinoamérica, la región puede convertirse en uno de los mayores proveedores globales de energía limpia si logra articular normativas nacionales con corredores de exportación compartidos.
Conclusión
El hidrógeno verde en Argentina representa una oportunidad sin precedentes para diversificar la matriz energética, atraer inversión extranjera y generar empleo de alto valor agregado. Pero para que esa revolución energética despegue, el país necesita una ley marco clara, duradera y previsible.
De su aprobación dependerá no solo la llegada de capitales internacionales, sino también la creación de una nueva industria con impacto directo en sectores como la construcción, la ingeniería y el desarrollo urbano sostenible.
Si Argentina logra combinar sus ventajas naturales con una política energética coherente, puede convertirse en la gran potencia del hidrógeno verde en América del Sur antes de 2035.
Preguntas frecuentes sobre el hidrógeno verde en Argentina
Es un vector energético obtenido mediante electrólisis con energías renovables. En Argentina, su desarrollo permitiría reducir emisiones y crear un nuevo polo industrial exportador.
Más de veinte proyectos en planificación, la mayoría concentrados en la Patagonia, según datos del Ministerio de Energía y fuentes internacionales.
El proyecto de ley avanza en el Congreso y podría aprobarse antes de 2026 si se logra consenso político.
Estabilidad fiscal por treinta años, reducción de aranceles, incentivos a la exportación y certificación nacional del hidrógeno renovable.
Generará demanda de infraestructuras industriales, urbanas y logísticas asociadas a la producción y transporte de hidrógeno, abriendo nuevas oportunidades para el sector.
