¿Qué ocurre cuando un vidrio de seguridad se enfrenta al golpe de una persona?

Péndulo de doble neumático negro suspendido sobre soporte gris oscuro durante un ensayo de impacto pendular en vidrio de seguridad en laboratorio técnico.

Equipo de ensayo de impacto pendular utilizado para evaluar la resistencia de vidrios de seguridad

En un mundo en el que la transparencia define la arquitectura contemporánea, el vidrio se ha convertido en símbolo de modernidad, luminosidad y pureza visual. Sin embargo, detrás de esa ligereza aparente se esconde un desafío técnico crucial: garantizar la seguridad ante impactos humanos.
Los edificios actuales emplean cada vez más superficies acristaladas, barandillas y cerramientos de vidrio, y cada uno de esos elementos debe superar una prueba que separa la estética del riesgo: el ensayo de impacto pendular.


Una simulación del accidente que nunca debería ocurrir

El ensayo de impacto pendular es una prueba reglamentada por la norma UNE-EN 12600, que permite comprobar el comportamiento de los vidrios de seguridad frente a un impacto.
El método reproduce de forma controlada lo que sucedería si una persona o un objeto golpease el vidrio a una determinada velocidad y altura.

Para ello, se utiliza un péndulo compuesto por dos sacos de cuero rellenos de bolas de acero, con un peso total de 50 kg, suspendidos mediante cables. Al liberarse desde una altura de 190 mm, 450 mm o 1200 mm, este péndulo golpea una muestra de vidrio montada verticalmente, reproduciendo con gran realismo el impacto de un cuerpo humano.

La observación posterior es determinante:

  • Si el vidrio resiste sin romperse, su comportamiento es excelente.
  • Si se rompe pero mantiene la integridad, como en los vidrios laminados, se considera seguro.
  • Si se fragmenta en pequeños trozos no cortantes, como ocurre con los templados, también se aprueba.
    El fallo total, en cambio, supone que el vidrio no puede garantizar la protección del usuario.

Detalles técnicos del procedimiento

El ensayo debe realizarse bajo condiciones estrictamente controladas.
El vidrio se instala en un marco rígido que reproduce su montaje real en obra, y la temperatura ambiente se mantiene constante para evitar alteraciones en el resultado.

Se prueban tres muestras idénticas de cada tipo de vidrio, y la clasificación final se otorga únicamente si al menos dos de ellas superan la prueba sin desprendimiento peligroso de fragmentos.

El comportamiento se clasifica con una codificación numérica, por ejemplo 1B1, 2B2 o 3C3, donde:

  • El primer número indica la altura de caída (1 = 1200 mm, 2 = 450 mm, 3 = 190 mm).
  • La letra define el modo de fractura (A = sin rotura, B = rotura segura, C = fragmentación).
  • El último número señala la energía absorbida.

Comportamiento según el tipo de vidrio

Vidrio templado:
Fabricado mediante un tratamiento térmico que genera tensiones internas, el vidrio templado se rompe en fragmentos pequeños y poco cortantes. Aunque pierde su función estructural tras el impacto, evita lesiones graves. Suele clasificarse como 1C1 o 1C2.

Vidrio laminado:
Formado por dos o más hojas de vidrio unidas mediante láminas intermedias de PVB o EVA, mantiene la unión de los fragmentos tras la rotura. Es el más utilizado en barandillas, fachadas y cubiertas por su capacidad para retener los trozos y seguir ofreciendo protección. Logra normalmente clasificaciones 1B1 o 2B2.

Vidrio monolítico:
Sin templado ni laminado, se fractura en grandes fragmentos cortantes y carece de integridad tras el impacto. Por ello, no se considera vidrio de seguridad y su uso está prohibido en zonas accesibles al público.



Aplicaciones y obligatoriedad del ensayo

El ensayo de impacto pendular es obligatorio en cualquier elemento acristalado donde exista riesgo de impacto humano o caída al vacío, según el Código Técnico de la Edificación (CTE) y la normativa europea.
Se aplica especialmente en:

  • Puertas y mamparas acristaladas.
  • Barandillas y cerramientos estructurales de vidrio.
  • Fachadas continuas y escaparates en zonas de tránsito.
  • Lucernarios, claraboyas y cubiertas accesibles.

Las normas UNE-EN 12150 (vidrio templado) y UNE-EN 14449 (vidrio laminado) complementan este ensayo, estableciendo los requisitos de producción y control de calidad que deben cumplir los fabricantes.


Seguridad visible e invisible

El resultado del ensayo va más allá de una clasificación técnica: representa la diferencia entre un accidente leve y una tragedia.
Un vidrio laminado puede fracturarse por completo, pero sigue sosteniendo el peso del cuerpo que lo ha golpeado. Esa resistencia residual salva vidas.

Por eso, en cada proyecto arquitectónico donde el vidrio sea un elemento estructural o de cerramiento, se exige esta certificación como garantía de fiabilidad.
La transparencia arquitectónica, lejos de ser solo una cuestión estética, se apoya en un complejo equilibrio entre diseño, normativa y comportamiento físico del material.


Innovación y control: la evolución del vidrio seguro

El ensayo de impacto pendular no es una prueba aislada. En los laboratorios modernos forma parte de un proceso de validación integral, que incluye:

  • El Heat Soak Test (HST), que previene roturas espontáneas por inclusiones de níquel.
  • Los ensayos de choque térmico, para evaluar resistencias frente a gradientes de temperatura.
  • Los controles de curvatura y planimetría, que garantizan precisión en fachadas.
  • Los sistemas de monitoreo estructural (SHM), capaces de detectar microfisuras o deformaciones.

Cada ensayo, desde el pendular hasta el térmico, contribuye a una cadena de calidad que convierte el vidrio en un material inteligente, seguro y confiable.



Reflexión final

La arquitectura contemporánea ha hecho del vidrio su piel más expresiva. Pero esa piel no solo debe emocionar, también proteger.
El ensayo de impacto pendular es el punto de encuentro entre ciencia, diseño y responsabilidad.
Cuando un vidrio supera esta prueba, no solo demuestra su resistencia: demuestra que la transparencia puede ser también sinónimo de seguridad.
Detrás de cada fachada de vidrio, hay una historia de ensayo, precisión y confianza que permite habitar espacios abiertos sin renunciar a la protección.


La seguridad del vidrio dentro de la calidad y la arquitectura contemporánea

El ensayo de impacto pendular no puede entenderse de forma aislada. Forma parte de un conjunto de controles que garantizan la seguridad y durabilidad de cada edificio moderno. El control de calidad en la construcción es el punto de partida: establece los protocolos para verificar que los materiales cumplen las exigencias mecánicas y normativas.
Entre ellos destacan las pruebas de resistencia de materiales en construcción, donde el vidrio comparte protagonismo con el acero, el hormigón o los compuestos cerámicos.

Hoy, gracias a la sensorización y los sistemas de monitoreo de salud estructural (SHM), es posible controlar en tiempo real la respuesta del vidrio y otros materiales frente a esfuerzos, impactos o variaciones térmicas, anticipando posibles fallos antes de que se produzcan. Estos avances complementan las inspecciones periódicas y garantizan la trazabilidad del comportamiento físico del edificio.

Por su parte, la inspección técnica de edificios (ITE) actúa como una auditoría visual y estructural que confirma que los sistemas constructivos mantienen las condiciones de seguridad exigidas con el paso de los años. Y todo ello converge en la arquitectura contemporánea, donde transparencia, innovación y responsabilidad conviven.
Así, el vidrio ensayado no es solo un material: es un componente activo dentro de una cultura constructiva basada en la fiabilidad, la sostenibilidad y la verificación técnica continua.


💬 Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Qué simula exactamente el ensayo de impacto pendular?
Reproduce el golpe de una persona o cuerpo blando contra el vidrio, para evaluar si el material resiste, se fragmenta de forma segura o mantiene la integridad.

2. ¿Cuántas muestras se necesitan para la prueba?
Generalmente se ensayan tres piezas idénticas y la clasificación se otorga si al menos dos superan el impacto según la norma UNE-EN 12600.

3. ¿Qué significa la clasificación 1B1 o 1C1?
El número indica la altura de caída (1 = 1200 mm), la letra el tipo de fractura (B = rotura segura, C = fragmentación) y el último número la energía absorbida.

4. ¿Cuál es la diferencia principal entre vidrio templado y laminado?
El templado se rompe en trozos pequeños e inocuos; el laminado puede agrietarse, pero permanece adherido gracias a su lámina intermedia.

5. ¿Dónde se puede realizar este ensayo?
Solo en laboratorios acreditados y bajo condiciones controladas de montaje, temperatura y calibración de los equipos.

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