Lima y la crisis hídrica 2025: ¿por qué el agua ya es el recurso más caro?
La crisis hídrica Lima 2025 revela un dilema: tarifas en alza, obras millonarias y soluciones ancestrales. ¿Por qué el agua se ha vuelto el recurso más caro en la capital desértica?

Imagen ilustrativa de Lima en contexto de crisis hídrica 2025.
La crisis hídrica Lima 2025 ya no es una amenaza lejana, sino una realidad palpable para más de 11 millones de personas. En una ciudad desértica que apenas recibe 8 mm de lluvia al año, el agua se ha convertido en el recurso más caro de producir y garantizar. Las tarifas empiezan a reflejar este costo oculto: la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (SUNASS) ha presentado una propuesta de aumento para Sedapal que encenderá el debate sobre cuánto estamos dispuestos a pagar por la seguridad hídrica de la capital.
El costo de abastecer a una megaciudad en el desierto
Lima es la segunda ciudad más grande del mundo ubicada en un desierto, después de El Cairo. Su dependencia del Rímac, Chillón y Lurín, sumada a la sobreexplotación de acuíferos, ha puesto al sistema en tensión permanente.
En 2025, el Gobierno supervisó las obras de modernización de La Atarjea, confirmando lo evidente: asegurar agua potable en una urbe de este tamaño implica plantas de tratamiento de última generación, bombeo intensivo y obras millonarias en infraestructura.
Sedapal, la empresa estatal de agua y saneamiento, diversifica ahora sus fuentes. La primera planta desalinizadora de consumo humano, PROVISUR, ya cuenta con autorización sanitaria y aportará más de 34.000 m³ diarios a los distritos del sur. Pero esta agua, obtenida del mar, es mucho más cara de producir que la proveniente de los ríos andinos.
Una ciudad que crece más rápido que su agua
El reto no es solo climático. Lima es también una urbe que ha recibido millones de migrantes en las últimas décadas, lo que ha multiplicado su población sin que la infraestructura de agua acompañe al mismo ritmo. Más de 700.000 limeños aún dependen de camiones cisterna, pagando hasta diez veces más por cada metro cúbico que quienes están conectados a la red.
La expansión urbana informal, en distritos periféricos como San Juan de Lurigancho o Villa El Salvador, complica la planificación y aumenta las pérdidas por conexiones precarias. Este desfase entre crecimiento poblacional y capacidad de distribución explica por qué el sistema se ve constantemente al límite.
Tarifas 2025–2026: lo que propone SUNASS
La propuesta de SUNASS para Sedapal prevé que, a partir de 2026, los hogares vulnerables paguen en promedio S/ 67,90 frente a los S/ 60,20 actuales, mientras que los no pobres pasarían de S/ 69,20 a S/ 76,90, siempre en base a un consumo de 16 m³.
Consumo (m³/mes) | Recibo actual 2025 (S/) | Propuesto 2026 (S/) | Diferencia (S/) |
---|---|---|---|
12 | 45,15 | 50,93 | +5,78 |
16 | 60,20 | 67,90 | +7,70 |
20 | 75,25 | 84,88 | +9,63 |
Nota: cálculo lineal con tarifa promedio por m³ implícita en 16 m³ para 2025 → 2026. El importe final puede variar por estructura tarifaria, alcantarillado, cargos fijos y subsidios.
Consumo (m³/mes) | Recibo actual 2025 (S/) | Propuesto 2026 (S/) | Diferencia (S/) |
---|---|---|---|
12 | 51,90 | 57,68 | +5,78 |
16 | 69,20 | 76,90 | +7,70 |
20 | 86,50 | 96,12 | +9,62 |
Nota: cálculo lineal con tarifa promedio por m³ implícita en 16 m³ para 2025 → 2026. El importe final puede variar por estructura tarifaria, alcantarillado, cargos fijos y subsidios.
Según Infobae, el regulador subraya que los S/ 33,5 millones adicionales mensuales deberán destinarse exclusivamente a inversiones y mejoras del servicio. Otros medios como Gestión y Perú21 confirman que el ajuste busca financiar obras críticas de infraestructura.
Impacto social y económico de pagar más por el agua
El incremento de tarifas es uno de los rostros más visibles de la crisis hídrica Lima 2025. Sus efectos se sienten de forma desigual: para las familias de bajos ingresos, el agua ya representa una proporción significativa del gasto mensual. El aumento puede tensionar aún más la economía de los sectores más vulnerables, que en muchos casos no tienen acceso a conexión formal y dependen de cisternas.
También hay impacto en micro y pequeñas empresas, desde restaurantes hasta lavanderías, que necesitan agua en grandes cantidades. Para el sector inmobiliario, el aumento de costos de agua se suma a los ya elevados precios de suelo y materiales, encareciendo los proyectos de vivienda.
Los subsidios focalizados serán clave para que la tarifa refleje el costo real sin dejar atrás a los más pobres. Sin esa política social, el riesgo de inequidad hídrica se agrava.
Amunas: soluciones ancestrales para la Lima moderna
En paralelo a la ingeniería de alta tecnología, Lima recurre a prácticas ancestrales. Las amunas, canales prehispánicos en las laderas andinas, desvían parte del agua de las lluvias hacia el subsuelo para “sembrarla” y liberarla semanas después en época de estiaje.
Según estudios de Aquafondo y GWP, cada kilómetro rehabilitado puede aportar entre 118.000 y 225.000 m³ adicionales al año, con retardos de entre 3 y 38 días. En 2025, diversas investigaciones destacaron cómo comunidades como San Pedro de Casta se han convertido en guardianes del agua para la capital.
Estas prácticas, consideradas soluciones basadas en la naturaleza (SbN), son baratas en comparación con una planta de desalación y aportan resiliencia al sistema.
Cortes programados: el síntoma visible de la crisis
A pesar de los avances, los limeños enfrentan periódicamente cortes programados de agua. Sedapal anunció en septiembre de 2025 la interrupción del servicio en varios distritos por mantenimiento de reservorios. Aunque se presentan como tareas rutinarias, son un recordatorio de que el sistema trabaja al límite de su capacidad.
¿Por qué el agua ya es el recurso más caro en Lima?
La ecuación es clara:
- Energía: bombear agua desde los Andes o desalar agua de mar requiere gran consumo eléctrico.
- Infraestructura: plantas de tratamiento, reservorios y redes necesitan inversiones millonarias.
- Pérdidas: el agua no facturada en Lima sigue siendo alta, lo que encarece el m³ efectivamente entregado.
- Clima: la vulnerabilidad frente al cambio climático obliga a redundancias costosas.
En nuestro análisis sobre la crisis hídrica urbana ya señalamos que las ciudades que no diversifiquen fuentes ni gestionen la demanda se volverán insostenibles en pocos años.
¿Cómo enfrentan otras ciudades latinoamericanas la crisis del agua?
Lima no es la única. Ciudad de México enfrenta sobreexplotación de acuíferos y ha tenido que racionar agua en varias alcaldías. Santiago de Chile incorporó la reutilización de aguas residuales para riego urbano, mientras que Bogotá avanza en planes de protección de cuencas para garantizar caudales.
En comparación, Lima va más lenta en reutilización y gestión de demanda, pero ha sido pionera en la combinación de grandes infraestructuras como La Atarjea con soluciones tradicionales como las amunas. La experiencia regional muestra que el costo del agua tiende a subir en todas las grandes urbes, y que la clave es equilibrar inversión, eficiencia y equidad.
Medidas urgentes 2025–2027
El rebalanceo tarifario aprobado por SUNASS busca ajustar la fórmula de Sedapal al nuevo contexto. Pero más allá del papel, Lima necesita:
- Escalar las SbN como las amunas.
- Reducir pérdidas técnicas y comerciales.
- Aumentar la micromedición para cobrar lo justo por consumo.
- Desarrollar programas de reúso de aguas tratadas en riego y uso industrial, un paso en línea con lo que ya exploramos en economía circular en la construcción.
Además, no se puede olvidar que el alto consumo energético para desalar y bombear agua está directamente ligado a la transición energética en Latinoamérica, lo que obliga a coordinar políticas de agua y energía.
Conclusión: la crisis hídrica Lima 2025 en perspectiva
La crisis hídrica Lima 2025 marca un antes y un después en la forma en que los limeños entienden el valor del agua. El incremento de tarifas no debe interpretarse como un castigo, sino como la condición mínima para financiar las obras que garantizarán la vida urbana en un desierto.
Lima enfrenta un dilema: pagar más ahora o asumir en el futuro costos sociales y económicos mucho mayores.
Preguntas frecuentes sobre la crisis hídrica Lima 2025
SUNASS propone un incremento promedio de S/ 7 a S/ 8 por recibo mensual, dependiendo de la condición socioeconómica del hogar. Los fondos adicionales deberán financiar inversiones, no gasto corriente.
Lima recibe apenas 8 mm de lluvia anual, lo que obliga a transportar agua desde cuencas andinas, sobreexplotar acuíferos y, más recientemente, desalar agua de mar. Todo ello encarece el costo por m³ entregado.
Cada kilómetro de amuna rehabilitada puede aportar hasta 225.000 m³ al año y retardar el flujo de agua de 3 a 38 días, ayudando a sostener el caudal en estiaje.