Co-vivienda intergeneracional en Latinoamérica: modelos sostenibles y solidarios

La covivienda intergeneracional promueve la solidaridad entre generaciones en entornos urbanos sostenibles.
¿Qué es la covivienda intergeneracional y por qué crece en América Latina?
La covivienda intergeneracional es un modelo habitacional donde conviven personas de distintas generaciones —generalmente adultos mayores y jóvenes— en comunidades diseñadas para fomentar la solidaridad, el cuidado mutuo y la sostenibilidad. Este modelo, cada vez más visible en países como México, Argentina y Uruguay, busca dar respuesta al envejecimiento poblacional, la soledad no deseada y el difícil acceso a la vivienda por parte de los jóvenes.
A diferencia de una residencia convencional o de un alquiler individual, estas comunidades combinan espacios privados adaptados con zonas comunes como cocinas, jardines, salas o talleres. El enfoque es inclusivo, cooperativo y con frecuencia está apoyado por organizaciones sociales, cooperativas de vivienda o instituciones públicas.
Beneficios técnicos, sociales y económicos
Este modelo está recibiendo atención de arquitectos, urbanistas y políticas públicas por sus ventajas múltiples:
- Bienestar emocional y salud: vivir acompañado favorece el envejecimiento activo y reduce el aislamiento de personas mayores, un tema clave en nuestra serie sobre infraestructura verde y habitabilidad urbana.
- Vivienda asequible para jóvenes: permite acceder a un espacio digno a menor costo, con relaciones de apoyo mutuo que pueden incluir acompañamiento, compras o tareas domésticas.
- Transferencia de conocimientos y valores: se genera un entorno de aprendizaje recíproco, donde conviven saberes, experiencias y culturas generacionales.
La CEPAL destaca la importancia de un pacto intergeneracional en sus propuestas de futuro urbano (ver informe).
Ejemplos destacados en América Latina
- Palo Alto (Ciudad de México): comunidad cooperativa surgida en los años 60, que evolucionó en un modelo intergeneracional autogestionado y resiliente (Magis ITESO).
- Cooperativas de vivienda en Uruguay: integran adultos mayores con familias jóvenes bajo esquemas de ayuda mutua y propiedad colectiva.
- Proyectos piloto en Buenos Aires y Medellín: con participación de ONG y gobiernos locales, orientados al cohousing y vivienda colaborativa.
Estos modelos se integran con iniciativas ya abordadas en Habitaro, como la vivienda incremental, ofreciendo soluciones escalables al déficit habitacional.
Claves para el éxito de una comunidad intergeneracional
- Diseño arquitectónico adaptado: accesibilidad universal, iluminación natural, espacios flexibles.
- Zonas comunes activas: cocina compartida, huertos urbanos, talleres, salas polivalentes.
- Gestión comunitaria sólida: normas de convivencia, comités rotativos, toma de decisiones horizontal.
- Apoyo institucional o cooperativo: respaldo de ONGs, fondos públicos o subvenciones para garantizar la sostenibilidad.
En este contexto, es fundamental una regulación flexible que permita la convivencia multigeneracional sin trabas administrativas, tema que se conecta con artículos como licencias exprés en construcción.
Retos y perspectivas futuras
Aunque prometedora, la covivienda intergeneracional enfrenta desafíos importantes:
- Financiamiento inicial y sostenibilidad económica.
- Falta de normativas específicas para regular este tipo de tenencia colectiva.
- Resistencia cultural en algunas zonas urbanas con estructuras familiares tradicionales.
A medida que los gobiernos se enfrentan a un crecimiento acelerado del envejecimiento poblacional en LATAM, este modelo puede ser una pieza clave en las políticas de vivienda sostenible y solidaria. Su implementación requiere alianzas entre sector público, privado y comunidad organizada.
Conclusión: un modelo habitacional con futuro en LATAM
La covivienda intergeneracional se perfila como una solución viable, humana y sostenible ante los desafíos urbanos de América Latina: el envejecimiento poblacional, el aislamiento social y la falta de vivienda asequible. Este modelo no solo fomenta la solidaridad entre generaciones, sino que también optimiza recursos arquitectónicos, económicos y comunitarios.
Para que su implementación crezca, será clave el apoyo de políticas públicas, el impulso cooperativo y una mayor visibilidad institucional. Apostar por comunidades donde jóvenes y mayores conviven activamente no es solo una alternativa innovadora: es una respuesta real a las nuevas formas de habitar nuestras ciudades.
Preguntas frecuentes (FAQ)
Cualquier persona, aunque suelen priorizarse adultos mayores y jóvenes sin vivienda. Algunas comunidades funcionan con cupos y procesos de selección colaborativa.
En algunos países existen fondos o subvenciones locales, especialmente si se trata de cooperativas o proyectos con impacto social.
La covivienda intergeneracional promueve la convivencia activa entre generaciones, mientras que otros modelos pueden estar segmentados por edad o condición.