Cómo comprar una vivienda sobre plano sin ahorros: mi estrategia paso a paso

Acceder a la vivienda en propiedad es un reto para muchos jóvenes. Los altos precios, la dificultad para ahorrar la entrada y los requisitos exigentes de los bancos convierten la compra en un desafío. Sin embargo, existe una estrategia que me permitió comprar mi primera vivienda sin contar con ahorros previos: comprar sobre plano.

Ahora bien, quiero ser claro desde el principio: este método no está exento de sacrificio y esfuerzo, tanto mental como económico. Durante dos años, tuve que asumir pagos periódicos de la compra y la devolución de un préstamo personal, lo que exigió una planificación financiera estricta, reduciendo a la mínima expresión gastos en ocio. Pero, si te organizas bien, puede ser una gran oportunidad para acceder a tu primera vivienda.

¿Por qué comprar sobre plano es una buena opción?

Comprar una vivienda sobre plano significa adquirirla antes de que esté construida. Aunque pueda generar ciertas dudas, tiene varias ventajas que la convierten en una opción atractiva:

• Precio más bajo: Comprar antes de que la obra esté terminada suele ser más barato que hacerlo cuando la vivienda ya está construida.
• Facilidades de pago: En lugar de pagar la entrada de golpe, puedes hacer pagos fraccionados durante la construcción.
• Revalorización de la vivienda: En muchos casos, al finalizar la obra la vivienda ha aumentado su valor, lo que facilita la financiación.

Mi estrategia para comprar sobre plano sin ahorros

Si no tienes ahorros suficientes para la entrada, este método puede ser una solución viable. Así es como lo hice:

1. Reserva con un préstamo personal

El primer pago al comprar sobre plano suele ser una reserva, que normalmente oscila entre un 5% y un 10% del precio de la vivienda. Como no tenía ahorros suficientes, solicité un préstamo personal para cubrir este importe.

Aquí hay un punto clave: solicité el préstamo personal al máximo número de años posible para reducir la cuota mensual y que no fuera una carga excesiva. Esto me permitió gestionar mejor mis finanzas durante los dos años previos a la entrega de la vivienda.

2. Pagos fraccionados durante la obra

Uno de los beneficios de comprar sobre plano es que el pago de la entrada se reparte en el tiempo. Durante los dos años de construcción, realicé pagos periódicos a cuenta, normalmente en forma de cuotas mensuales o trimestrales.

Esto me permitió asumir el coste de la entrada de forma escalonada, en lugar de tener que disponer del dinero desde el primer día.

3. Hipoteca al finalizar la obra

Cuando la vivienda estuvo terminada, formalicé la hipoteca para cubrir el importe restante. Aquí entra en juego una ventaja clave de este sistema:

• La vivienda se había revalorizado, lo que significaba que su tasación final era superior al precio de compra.
• Los bancos en general, financian hasta el 80% del menor valor entre el precio de compraventa y la tasación, en este caso la tasación era superior, debido a la revalorización de la vivienda, lo que facilitó obtener mejores condiciones.
• En mi caso, como el piso había subido bastante de valor, (el nivel de revalorización dependerá de la dinámica del mercado inmobiliario en esos dos años), el banco me concedió algo más del 80% de financiación, lo que me permitió cancelar el préstamo personal y quedarme solo con la hipoteca.

4. Vivir con un familiar para ahorrar alquiler

Durante esos dos años, tomé una decisión clave: me mudé a casa de un familiar para no pagar alquiler.

Sé que puede parecer incómodo o poco atractivo, pero hay que verlo como una solución temporal con un objetivo claro: acelerar el proceso de ahorro y evitar gastos innecesarios. Gracias a esta estrategia, pude destinar todo mi dinero a los pagos de la vivienda, facilitando aún más la compra.

Ventajas de este método para los jóvenes

Si estás pensando en comprar una vivienda sin ahorros, esta estrategia tiene múltiples beneficios:

• No necesitas reunir un gran capital inicial.
• Distribuyes el pago de la entrada en varios años.
• La vivienda se revaloriza antes de recibirla.
• Puedes mejorar las condiciones de la hipoteca.
• Es posible obtener más del 80% de financiación si la vivienda ha aumentado de valor.

Consejos para hacerlo con seguridad

Para que la compra sobre plano sea una opción segura y sin riesgos, es importante seguir estas recomendaciones:

• Elige promotoras de confianza: Investiga la trayectoria de la empresa y revisa sus proyectos anteriores.
• Lee bien el contrato: Asegúrate de que los pagos realizados estén avalados para evitar problemas si la promotora tiene dificultades.
• Solicita el préstamo personal a largo plazo: Esto reducirá la cuota y te permitirá afrontar mejor los pagos mensuales.
• Asegura un pequeño colchón de ahorro: Aunque este sistema permite comprar sin ahorros iniciales, es recomendable tener una cantidad guardada para imprevistos como retrasos en la entrega, cambios en las condiciones hipotecarias o situaciones laborales inesperadas.

Conclusión: comprar sobre plano es posible sin ahorros, pero requiere esfuerzo

Acceder a la vivienda sin ahorros no es fácil, pero con planificación y estrategias adecuadas, es posible. Comprar sobre plano me permitió comprar mi primera vivienda sin tener una gran cantidad de dinero ahorrado, y puede ser una alternativa viable para muchos jóvenes que hoy en día ven la compra como algo inalcanzable.

Ahora bien, hay que ser consciente de que este método requiere sacrificio y esfuerzo, ya que durante dos años hay que asumir pagos periódicos, devolver el préstamo personal y, en muchos casos, reducir otros gastos.

Si estás en esta situación, te animo a analizar esta opción y valorar si puede ser la solución que necesitas para dar el salto a la vivienda en propiedad.

Realmente, una persona joven, no debería renunciar a tantas cosas, para poder acceder a algo tan básico como la vivienda, pero no queda otra que buscar estrategias que hagan viable lo que parece imposible.

Te dejamos el link a un artículo donde se indican las medidas que buscan aplicar los dos principales partidos políticos en España. Precisamente, esa vergonzosa bronca política no ayuda a establecer pactos de Estado en temas tan estructurales como vivienda, educación o sanidad: