Coliving rural: la nueva vida en los pueblos para quienes huyen de la ciudad

Espacio de trabajo compartido en proyecto de coliving rural SENDE en Ourense.
El teletrabajo no solo cambió la oficina, también transformó la vivienda y la forma de relacionarnos. En este nuevo escenario surge con fuerza el coliving rural, un modelo que propone compartir casa, comunidad y espacios de trabajo en el corazón de los pueblos. ¿Puede convertirse en una estrategia real contra la despoblación o es solo una moda pasajera?
Coliving rural vs coliving urbano: claves de un modelo diferente
El coliving rural mantiene la esencia del coliving urbano —habitaciones privadas y zonas comunes como cocina, coworking o áreas de ocio—, pero introduce una diferencia fundamental: el vínculo con la comunidad local. Mientras en las ciudades prima la rotación y la cercanía a centros de empleo, en los pueblos el objetivo es revitalizar el entorno, impulsar la repoblación rural y ofrecer calidad de vida en contacto con la naturaleza.
Iniciativas europeas como el programa Smart Villages de la Comisión Europea lo integran como una pieza central para digitalizar y fortalecer los pueblos.
Por qué despega el coliving rural: teletrabajo, calidad de vida y conectividad
La pandemia aceleró un cambio histórico: según el Instituto Nacional de Estadística, en 2024 más del 14% de los ocupados en España teletrabajan de forma habitual. Esto abrió la puerta a abandonar grandes ciudades y probar la vida en entornos rurales.
Los factores clave son tres:
- Precios más bajos de la vivienda respecto a áreas metropolitanas.
- Calidad de vida asociada a naturaleza, aire limpio y comunidades más pequeñas.
- Conectividad: gracias al plan UNICO Banda Ancha el Gobierno se ha propuesto garantizar 100 Mbps en el 100% del territorio en 2025, lo que hace viable trabajar desde cualquier pueblo.
Además, el auge del coliving rural coincide con una nueva ola de subvenciones para la rehabilitación de casas rurales, que buscan atraer residentes permanentes y favorecer el emprendimiento en municipios pequeños. Estas ayudas, analizadas en detalle en Habitaro, cubren desde reformas estructurales hasta mejoras energéticas, convirtiéndose en un impulso clave para quienes quieren emprender o mudarse al campo.
Casos en España: Galicia, Andalucía y Castilla y León
España se ha convertido en un laboratorio de coliving rural. Algunos ejemplos son pioneros a nivel internacional:
- Galicia: proyectos como Sende en Ourense o Anceu Coliving en Ponte Caldelas han demostrado que un pequeño núcleo rural puede convertirse en un centro global de atracción de nómadas digitales. Algunos usuarios incluso han terminado mudándose de forma permanente.
- Andalucía (Málaga): en pueblos como Benarrabá, iniciativas como Rooral ofrecen convivencia, internet de alta velocidad y programas de inmersión cultural. Se combina así la experiencia de comunidad con la vida en un entorno natural privilegiado.
- Castilla y León: el ecosistema El Hueco en Soria lleva años trabajando en proyectos de repoblación y emprendimiento social. Sus programas de coliving han traído talento y visibilidad a zonas tradicionalmente despobladas.
En paralelo, algunos ayuntamientos españoles han puesto en marcha programas como las casas por 1 euro, una iniciativa que complementa perfectamente el espíritu del coliving rural. Tal como explicamos en Habitaro, el objetivo es recuperar viviendas abandonadas y atraer nuevos vecinos dispuestos a rehabilitarlas, generando una simbiosis entre sostenibilidad, comunidad y repoblación.
Europa: Toscana y el cohousing nórdico
El fenómeno no es exclusivo de España.
- En Italia, el pueblo de Santa Fiora, en Toscana, lanzó un programa de alquiler subvencionado y coworking municipal para atraer teletrabajadores. El resultado: viviendas llenas y vida económica renovada.
- En los países nórdicos, el cohousing intergeneracional lleva décadas funcionando. En Dinamarca y Suecia existen comunidades donde jóvenes, familias y mayores conviven en complejos residenciales con abundantes zonas comunes. Este modelo, centrado en la solidaridad, se está adaptando ahora al medio rural como fórmula para combatir la soledad y el envejecimiento poblacional.
Beneficios y retos: ¿solución contra la despoblación?
El coliving rural tiene un enorme potencial. Entre sus beneficios destacan:
- Revitalización económica: cada nuevo residente supone consumo en bares, tiendas y servicios locales.
- Atracción de talento: los pueblos se convierten en destinos internacionales para nómadas digitales y emprendedores.
- Cohesión social: fomenta el contacto intergeneracional y la vida comunitaria.
Sin embargo, también existen retos:
- Conectividad desigual en algunos municipios.
- Falta de servicios básicos (sanidad, escuelas, transporte).
- Aceptación por parte de los vecinos: sin un plan conjunto, podría percibirse como una experiencia ajena o elitista.
Un informe del Banco de España ya advertía de la necesidad de acompañar la llegada de nuevos residentes con políticas de vivienda y servicios para evitar efectos de gentrificación.
El futuro del coliving rural: de tendencia a política de Estado
España y Europa han asumido que el coliving rural puede ser una estrategia para combatir la despoblación. La Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico incluye medidas para atraer población a municipios pequeños, y la combinación de teletrabajo, conectividad y vivienda colaborativa puede ser la palanca que faltaba.
El reto ahora es pasar de experiencias piloto a un modelo consolidado, donde las administraciones apoyen, los vecinos participen y las comunidades de coliving se conviertan en motor estable de desarrollo.
¿Qué es exactamente el coliving rural?
Es un modelo de convivencia en pueblos donde se comparten espacios de vivienda y trabajo, pensado para teletrabajadores y comunidades colaborativas.
¿En qué se diferencia del coliving urbano?
En la ciudad prima la rotación y la proximidad a servicios; en el campo, el impacto comunitario y la repoblación rural son los objetivos principales.
¿Cuánto cuesta vivir en un coliving rural?
Depende del proyecto, pero suele oscilar entre 400 y 800 euros al mes, incluyendo habitación privada, espacios comunes y acceso a internet de alta velocidad.
¿Qué condiciones necesito para mudarme a un coliving rural?
Normalmente solo necesitas ser teletrabajador, tener conexión estable a internet y voluntad de integrarte en la comunidad local.
¿Es el coliving rural una estrategia real contra la despoblación?
Sí, siempre que vaya acompañado de servicios básicos, conectividad total y políticas de integración vecinal que eviten la gentrificación.