LATAM adoptará nuevos códigos de construcción resiliente ante clima extremo en 2026

LATAM se prepara para el mayor cambio normativo en décadas: nuevos códigos de construcción resiliente para enfrentar sismos, huracanes, calor extremo e inundaciones. ¿Qué implica para ciudades y viviendas?

Edificios modernos y zonas urbanas de Latinoamérica fortalecidas frente a clima extremo, vistos desde un dron.

Adaptación de las ciudades latinoamericanas a nuevos códigos de construcción resiliente. Imagen generada por IA.

Huracanes más intensos, lluvias torrenciales que paralizan ciudades, sequías prolongadas y una actividad sísmica que no da tregua. América Latina vive ya su década más crítica en materia climática y urbana. Ante este escenario, países de la región avanzan hacia una actualización normativa sin precedentes: la adopción de códigos de construcción resiliente LATAM, un marco técnico que combina adaptación climática, seguridad estructural y eficiencia energética para proteger viviendas, barrios y ciudades enteras.

Informes recientes del BID, de ONU-Hábitat y del World Bank confirman la urgencia: la región debe fortalecer su normativa para resistir un clima más severo y un desarrollo urbano cada vez más complejo. Este nuevo capítulo regulatorio comenzará a consolidarse a partir de 2026.


¿Qué son los códigos de construcción resiliente en LATAM?

Los códigos de construcción resiliente son normativas técnicas que unifican tres dimensiones que antes se trataban por separado:

1. Seguridad estructural

Incluyen refuerzo sísmico avanzado, análisis por desempeño, cálculos de viento extremo y criterios de ductilidad en materiales. Esta base se inspira en normativas japonesas y norteamericanas, adaptadas a la realidad latinoamericana.

2. Adaptación climática

Las edificaciones deberán resistir calor extremo, lluvias torrenciales e inundaciones repentinas. Esto exige techos reforzados, drenaje ampliado y ventilación natural obligatoria en zonas cálidas.

3. Gestión hídrica y térmica

Los nuevos parámetros incorporan captación pluvial, recuperación de aguas grises, aislamiento continuo y sombreamiento pasivo para reducir la demanda energética.

Según el marco del Urban Resilience Framework del Banco Mundial, los códigos modernos deben abordar simultáneamente ciclones, inundaciones, calor extremo y sismos. Exactamente la dirección que está tomando Latinoamérica.


Problemas que las normas de construcción resiliente quieren resolver

Sismos: el riesgo permanente del Pacífico

Chile, Perú, Ecuador y Colombia concentran algunos de los eventos sísmicos más fuertes del mundo. Las nuevas normas incorporarán aisladores, disipadores y análisis no lineales obligatorios para edificios esenciales.

Huracanes y vientos extremos

México, el Caribe y Centroamérica han registrado tormentas más violentas en los últimos cinco años. Esto obliga a modificar el diseño de techos, anclajes y fachadas para soportar ráfagas superiores a 200 km/h.

Inundaciones urbanas

Las lluvias intensas golpean cada vez con más fuerza. Ciudades como São Paulo, Bogotá o Monterrey sufren eventos de inundación súbita debido a la impermeabilización del suelo y al insuficiente drenaje. Tal como expusimos en el reportaje de Habitaro sobre lluvias torrenciales y viviendas, la falta de sistemas de evacuación adecuados convierte episodios moderados en catástrofes urbanas. Los nuevos códigos integran drenaje ampliado, pavimentos permeables y pozos de infiltración como elementos centrales.

Calor extremo y estrés térmico

Las olas de calor serán más largas y frecuentes, según la CEPAL. Por eso, los códigos exigirán ventilación cruzada, fachadas reflectivas, techos fríos y protección solar arquitectónica.

Islas de calor urbano

Las megalópolis latinoamericanas acumulan calor durante el día y no lo disipan por la noche. El nuevo enfoque incluye vegetación estratégica, corredores de sombra y materiales de alta reflectancia.


Países que actualizan sus códigos de construcción resiliente (2025–2026)

Chile

El país publicó en 2025 la NCh 2369:2025, una actualización histórica que introduce diseño sísmico por desempeño en instalaciones industriales. Aunque su alcance es sectorial, marcará el camino hacia un reglamento de edificación más robusto y adaptado a fenómenos extremos.

México

La Ciudad de México actualizó sus Normas Técnicas Complementarias 2025, mientras que el nivel federal avanza en regulaciones térmicas, viento extremo y drenaje urbano. México será uno de los primeros países en integrar clima extremo, eficiencia energética y urbanismo resiliente en un marco unificado.

Colombia

El NSR-10, vigente desde 2010, está en proceso de evolución hacia un estándar más completo que incorpore viento, sistemas de evacuación hídrica y confort térmico. El futuro “NSR-26” ampliaría el espectro de riesgos y se alinearía con los objetivos regionales de resiliencia.

Perú

El Reglamento Nacional de Edificaciones se revisa con foco en la costa afectada por El Niño, la exposición al calor extremo y el comportamiento ante lluvias torrenciales.

Uruguay y Argentina

Ambos países avanzan en pilotos de resiliencia para vivienda social, infraestructura educativa y obra pública. Además, integran principios del World Green Building Council para edificios más seguros y eficientes.


Cambios clave en ingeniería y arquitectura con los nuevos códigos de edificación 2026

Refuerzo estructural avanzado

Los nuevos códigos priorizan aisladores sísmicos, disipadores de energía, uniones reforzadas y análisis dinámicos. Edificios críticos —hospitales, escuelas, estaciones de transporte— deberán cumplir categorías de desempeño superiores.

Normativa térmica más estricta

Se exigirá aislamiento continuo, fachadas ventiladas y sombreamiento arquitectónico. La vivienda deberá garantizar confort térmico incluso en escenas de calor extremo.

Techos y fachadas para viento extremo

Las zonas costeras obligarán a emplear fijaciones reforzadas, membranas de alta performance y sistemas aerodinámicos para reducir la succión del viento.

Gestión hídrica y drenaje urbano

El drenaje deja de ser un accesorio y se convierte en parte del diseño estructural. Se impondrá el uso de pavimentos permeables, cunetas verdes, zanjas filtrantes y sistemas de detención temporal.

Materiales resilientes

Los códigos impulsarán el uso de CLT, hormigones especiales, membranas resistentes y aislantes reflectivos, combinados con estrategias de diseño bioclimático.


Impacto en la vivienda con la nueva normativa sísmica y climática latinoamericana

El cambio será profundo. La vivienda deberá funcionar con calor extremo sin depender del aire acondicionado. Además, la vivienda social incorporará estándares mínimos de resistencia sísmica, drenaje y eficiencia térmica.

Los barrios vulnerables serán prioridad: refuerzo de muros, mejoras de drenaje, rehabilitación térmica y captación pluvial.


Urbanismo y resiliencia urbana frente al clima extremo

La ciudad dejará de diseñarse para un clima promedio y pasará a hacerlo para un clima extremo. Los códigos integrarán:

– parques inundables,
– drenaje sostenible,
– corredores de sombra,
– vegetación urbana,
– refugios climáticos.

Muchas de estas soluciones están alineadas con los principios de infraestructura verde y habitabilidad urbana, clave para reducir riesgos en zonas densas.


Impacto económico y de seguros en la construcción resistente al clima extremo

Las aseguradoras ya valoran edificios con resiliencia incorporada. Las primas bajarán cuando el inmueble reduzca su riesgo catastrófico. Los bancos también ajustarán su financiación en función del cumplimiento normativo.

Según el BID, cada dólar invertido en resiliencia evita entre cuatro y siete dólares en daños futuros. La relación costo-beneficio es evidente.


Conclusión sobre los códigos de construcción resiliente LATAM

América Latina se adentra en un periodo crítico marcado por el clima extremo y la vulnerabilidad urbana. La adopción de códigos de construcción resiliente LATAM es un paso imprescindible para proteger vidas, edificios e infraestructuras. No se trata solo de reforzar estructuras, sino de transformar la forma en que concebimos la ciudad.

Como sintetiza una visión compartida por organismos como el BID y ONU-Hábitat, “Latinoamérica debe adaptar sus códigos de construcción para proteger a ciudades cada vez más expuestas al clima extremo”. El reto ya no es decidir si debemos actuar, sino determinar con qué rapidez podremos hacerlo.


Preguntas frecuentes sobre códigos de construcción resiliente LATAM

¿Por qué LATAM necesita códigos de construcción resiliente?

Porque el aumento de sismos, huracanes, inundaciones y calor extremo exige normas más completas, actualizadas y eficientes.

¿Qué país está más adelantado en resiliencia estructural?

Chile destaca en actualización sísmica, México avanza en viento y calor, y Colombia prepara una revisión profunda de su reglamento.

¿El costo de la vivienda aumentará con estas normas?

Sí, entre un 5 % y un 12 %. Sin embargo, la reducción de daños y mantenimiento compensa ampliamente el incremento inicial.

¿Qué materiales son más adecuados?

CLT, hormigones especiales, membranas resistentes y aislantes reflectivos, combinados con diseño bioclimático.

¿Los códigos aplicarán también a edificios ya construidos?

Sí. Los programas de rehabilitación priorizarán los barrios vulnerables, mejorando estructuras, drenaje y eficiencia térmica

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