Bogotá 24 horas: la ambiciosa apuesta para ser la “Nueva York de LATAM” en 2026
Bogotá quiere ser la primera gran ciudad latinoamericana que no duerme. Con su plan Bogotá 24 horas 2026, la capital apuesta por una economía nocturna activa, transporte continuo y una nueva cultura urbana. ¿Podrá transformarse en la “Nueva York de LATAM” o quedará solo en un sueño de ciudad despierta?

Imagen del centro de Bogotá, símbolo de la transformación urbana hacia la ciudad 24 horas 2026. Imagen de Jerzy Andrzej Kucia en Pixabay
En las noches frías de la capital colombiana, los bares, teatros y pequeños negocios de Chapinero comienzan a extender sus horarios más allá de la medianoche. La escena nocturna de Bogotá 24 horas 2026 no es una fantasía de marketing urbano: es una política pública en marcha que busca convertir a la ciudad en un referente de actividad económica, cultural y social continua, al estilo de Nueva York o Madrid.
La idea no es nueva, pero su ejecución actual marca un cambio de paradigma. Por primera vez, Bogotá se propone institucionalizar la “economía de la noche” con una estrategia transversal: seguridad, movilidad, cultura, empleo y sostenibilidad trabajando juntos bajo una misma visión.
Una política pública para una ciudad que no duerme
El Acuerdo 706 de 2018 del Concejo de Bogotá sentó las bases del programa Bogotá Productiva 24 Horas, concebido para diversificar la oferta comercial y cultural en horarios no convencionales. Sin embargo, fue con la actual administración cuando esta visión comenzó a tomar cuerpo mediante la Política Pública Bogotá 24/7, una iniciativa que apunta a consolidar zonas activas las 24 horas, fortaleciendo la reactivación económica y el empleo nocturno según informó la Alcaldía de Bogotá.
Durante los pilotos de 2021, más de 5.000 establecimientos se vincularon al programa, generando cerca de 14.000 empleos directos y un incremento de ventas del 7 %, según datos del Observatorio de Desarrollo Económico. En sectores como el entretenimiento, la gastronomía y el comercio minorista, los resultados demostraron que la noche también puede ser motor de desarrollo.
Desde la Secretaría de Cultura, se ha impulsado el proyecto Bogotá 24/7: una ciudad donde el arte y la cultura se viven de día y de noche, que busca resignificar la noche como espacio público compartido y seguro, fomentando actividades culturales y artísticas nocturnas, como destaca la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.
Transporte nocturno: el gran pendiente de Bogotá 24 horas 2026
Uno de los mayores desafíos para lograr una ciudad activa durante todo el día es la movilidad. Pese a los avances culturales y comerciales, Bogotá aún carece de un sistema de transporte público operativo las 24 horas.
Un reportaje de El País señaló que la capital “quiere vivir de noche, pero se apaga por falta de buses”, reflejando que los costos operativos y la falta de voluntad política siguen siendo los principales obstáculos, como explicó el diario español en su análisis sobre la búsqueda de Bogotá por un transporte de 24 horas.
El gobierno distrital prevé que la política pública de transporte nocturno sea presentada formalmente en 2026. Hasta entonces, la movilidad dependerá en gran medida de transporte informal, taxis y plataformas digitales. Sin una red de transporte permanente, la economía 24 horas podría quedar limitada a zonas céntricas y turísticas.
Seguridad y gobernanza de la noche
Abrir la ciudad durante 24 horas exige más que luces encendidas: requiere instituciones que operen también sin descanso. La Secretaría de Gobierno y la Policía Metropolitana han articulado estrategias específicas para reforzar la vigilancia nocturna en las zonas de mayor actividad.
El modelo propuesto incluye gestores de convivencia nocturna, patrullajes diferenciados y atención integral para población vulnerable. No obstante, expertos señalan que la gobernanza de la noche —un concepto ya consolidado en ciudades como Ámsterdam o Nueva York— aún carece de un liderazgo visible en Bogotá.
La creación de una figura como el “alcalde o gerente nocturno” se encuentra sobre la mesa, inspirada en modelos internacionales que integran la economía, la seguridad y la cultura bajo una sola coordinación.
Economía, cultura y sostenibilidad urbana
Más allá del comercio, la iniciativa Bogotá 24 horas 2026 persigue un cambio estructural: transformar la percepción de la noche como espacio inseguro en un escenario de oportunidad económica y cultural.
El plan contempla incentivos tributarios para negocios que amplíen su horario, intervenciones urbanas para mejorar la iluminación y el mobiliario, y actividades culturales gratuitas o de bajo costo en sectores estratégicos.
Sin embargo, mantener una ciudad encendida implica un consumo energético mayor. Por ello, se están evaluando soluciones sostenibles como iluminación LED y energía solar en plazas y avenidas principales. Este enfoque se alinea con el avance de la transición energética en Latinoamérica, clave para reducir el impacto ambiental en las urbes de la región.
Desigualdad territorial: el riesgo de una Bogotá nocturna fragmentada
No todas las zonas tienen las mismas condiciones para operar de noche. Mientras Chapinero, La Candelaria o Teusaquillo ya cuentan con infraestructura, transporte y oferta cultural, sectores periféricos como Bosa o Ciudad Bolívar aún enfrentan limitaciones de seguridad y conectividad.
El desafío es evitar una “doble ciudad”: una Bogotá luminosa, turística y segura de noche frente a otra que permanece a oscuras y excluida del desarrollo. Los urbanistas del Observatorio de Desarrollo Económico advierten que la inclusión territorial será clave para el éxito del modelo.
En este contexto, la iniciativa podría complementarse con proyectos de infraestructura verde y habitabilidad urbana, como los analizados en Habitaro, que buscan mejorar la calidad de vida en barrios populares y fortalecer la cohesión social.
Cooperación internacional: aprender de Nueva York, Madrid y Buenos Aires
Bogotá ya participa en redes de ciudades que comparten experiencias sobre gobernanza nocturna y economía cultural. En 2024, la capital intercambió prácticas con Nueva York, que desde 2018 cuenta con una “mayor nocturna” (Nightlife Mayor) encargada de coordinar las políticas de ocio, empleo y seguridad durante la noche.
Buenos Aires y Ciudad de México también han desarrollado programas similares, demostrando una tendencia regional hacia ciudades más activas, diversas y seguras durante la noche. En este sentido, Bogotá busca posicionarse como la “Nueva York de LATAM”, pero con un modelo propio adaptado a su contexto social y urbano.
Proyecciones hacia 2026
De cara a 2026, los expertos prevén que la política “Bogotá 24 horas” avance en cuatro frentes prioritarios:
- Formalización de la gobernanza nocturna, con liderazgo institucional claro y participación del sector privado.
- Movilidad extendida, mediante transporte público 24 horas y redes seguras de micromovilidad.
- Promoción turística nocturna, con eventos y rutas culturales que diversifiquen la oferta económica.
- Eficiencia energética, para minimizar el impacto ambiental del funcionamiento continuo.
Si se consolidan estos elementos, Bogotá podría convertirse en el primer modelo latinoamericano de economía nocturna integral.
Conclusión: ¿puede Bogotá ser la Nueva York de LATAM en 2026?
El proyecto Bogotá 24 horas 2026 representa mucho más que una política urbana: es una declaración de intenciones. Significa apostar por una ciudad que asume la noche como espacio de libertad, economía y cultura.
Sin embargo, alcanzar el título de “Nueva York de Latinoamérica” requerirá resolver los cuellos de botella en transporte, seguridad y financiamiento. También será esencial mantener la participación ciudadana, evitar desigualdades territoriales y garantizar sostenibilidad ambiental.
Si Bogotá logra equilibrar todos esos factores, podría convertirse en una referencia regional de urbanismo contemporáneo y resiliencia social, demostrando que la noche, lejos de ser un problema, puede ser una oportunidad para el desarrollo.
Preguntas frecuentes sobre Bogotá 24 horas 2026
Es una política pública que busca impulsar la actividad económica, cultural y de servicios durante todo el día, convirtiendo a Bogotá en una ciudad activa 24/7.
Se espera que la política pública integral —especialmente en transporte y seguridad nocturna— esté formalmente estructurada hacia 2026.
Principalmente comercio, gastronomía, turismo, entretenimiento, cultura y servicios. Se prevé generación de empleo juvenil y reactivación del tejido económico local.
Garantizar transporte nocturno, fortalecer la seguridad, financiar los servicios continuos y evitar que el desarrollo se concentre solo en zonas centrales.
Por su aspiración a ser una ciudad vibrante y culturalmente activa las 24 horas, inspirándose en modelos internacionales de economía nocturna sostenible.