Biohormigón: El concreto autorreparable en la construcción mundial

Zona inferior de muro tratada con biohormigón autorreparable
¿Y si los edificios pudieran repararse solos como lo hace la piel humana? Esa es la promesa del biohormigón, un material inteligente que utiliza bacterias para sellar sus propias grietas sin intervención humana. Nacido de la unión entre biotecnología y construcción, este tipo de concreto está revolucionando el sector por su capacidad de aumentar la durabilidad de las estructuras y reducir los costos de mantenimiento.
En este artículo exploramos qué es el biohormigón, cómo funciona, dónde ya se está usando y qué desafíos enfrenta para su adopción masiva.
🧭 Índice: todo sobre el biohormigón y su aplicación
🔬 ¿Qué es el biohormigón y cómo funciona?
El biohormigón, también conocido como bioconcreto o concreto autorreparable, incorpora esporas de bacterias Bacillus encapsuladas junto con nutrientes (como lactato de calcio) en su mezcla. Estas bacterias permanecen latentes durante años hasta que el agua entra por una fisura, activándolas. Entonces metabolizan el lactato y producen carbonato de calcio, que sella la grieta como si fuera una costra natural.
Este proceso de autocuración bacteriana puede repetirse varias veces y permite reparar microfisuras de hasta 0,5 mm (o incluso más, según la formulación). El resultado es una estructura más resiliente, impermeable y de mayor vida útil.
🌍 Aplicaciones reales en el mundo
El uso del biohormigón en estas aplicaciones demuestra su versatilidad y resistencia en distintos contextos climáticos y estructurales.
En Países Bajos ha sido pionero: desde una estación de salvamento en 2015 hasta proyectos con la empresa Green Basilisk, que ha utilizado biohormigón en túneles, edificios y acuarios como el Natura Artis Magistra en Ámsterdam.
En Alemania, la Universidad de Stuttgart ha desarrollado una versión que utiliza orina humana como fuente de nutrientes para las bacterias, en pruebas que se realizarán en el Aeropuerto de Stuttgart. Mientras tanto, los Institutos Fraunhofer experimentan con bacterias fotosintéticas para crear hormigón que captura CO₂.
En Latinoamérica, Ecuador ha aplicado biohormigón en canales de riego en zonas sísmicas, con buenos resultados frente a grietas por movimientos telúricos. En Estados Unidos, la startup Biomason fabrica baldosas con biocemento, y el programa DARPA investiga su uso en infraestructuras militares.
Este tipo de soluciones se alinean con otras tendencias en materiales sostenibles.
Además, puedes conocer otros avances en materiales sostenibles para la construcción en 2025 que están revolucionando la industria.
✅ Beneficios del biohormigón
🏗️ 1. Mayor durabilidad
El biohormigón sella automáticamente las microfisuras, impidiendo la entrada de humedad y la corrosión de las armaduras internas. Esto prolonga la vida útil de puentes, edificios y túneles. Esta capacidad de autorreparación lo posiciona como una solución estructural avanzada frente a condiciones agresivas.
💰 2. Ahorro en mantenimiento
Aunque su coste inicial es mayor, reduce drásticamente los gastos en reparaciones e inspecciones, mejorando el balance económico a largo plazo.
🌱 3. Sostenibilidad
- Menos necesidad de reconstrucciones.
- Menor huella de carbono frente al hormigón tradicional.
- Algunas variantes capturan CO₂ o usan residuos como nutrientes.
🧠 4. Innovación resiliente
Es un material activo, que responde a su entorno y reacciona ante el daño. Esto abre la puerta a infraestructuras más adaptativas frente a sismos o humedad extrema.
También puedes leer sobre edificios que capturan CO₂, una solución complementaria para ciudades sostenibles.
⚠️ Desafíos para su adopción masiva
El biohormigón enfrenta una serie de retos que deben ser superados para lograr una adopción generalizada, tanto en infraestructuras nuevas como en rehabilitación urbana.
- Coste elevado: todavía es entre 2 y 5 veces más caro que el hormigón tradicional.
- Falta de normativa: no está estandarizado en muchos países.
- Limitaciones técnicas: no cura grietas estructurales grandes ni actúa de inmediato (tarda semanas).
- Producción a gran escala: se requiere una logística compleja para fabricar y distribuir bacterias vivas.
- Aceptación social: aún genera dudas entre profesionales conservadores o poco familiarizados con materiales vivos.
«Según una investigación publicada en ArchDaily, las estructuras romanas deben su longevidad a una capacidad de auto-reparación en su hormigón, atribuida a la presencia de ‘clastos de cal’ que reaccionan con el agua para sellar grietas.»archdaily.cl
🧠 Conclusión
Como otras soluciones innovadoras como los edificios que capturan CO₂ o la rehabilitación energética de edificios, el biohormigón representa uno de los avances más prometedores hacia una construcción más sostenible y eficiente.
En definitiva, el biohormigón no solo redefine la forma en que construimos, sino también cómo cuidamos nuestras infraestructuras a largo plazo. Su integración masiva será una piedra angular en la transición hacia una construcción sostenible, resiliente e inteligente. Conforme bajen los precios y aumente la regulación, esta tecnología se convertirá en parte habitual de proyectos públicos, privados y urbanos.
«Las estructuras del futuro no solo serán más fuertes, sino también más inteligentes: capaces de cuidarse a sí mismas.»
❓ Preguntas frecuentes sobre biohormigón
El biohormigón incorpora bacterias que sellan grietas por sí solas, mientras que el tradicional requiere mantenimiento manual.
Sí, se utilizan cepas no patógenas y quedan encapsuladas en el hormigón.
Aproximadamente entre 1 y 3 semanas, dependiendo del tamaño y condiciones.
Es ideal para estructuras expuestas a humedad o difícil acceso, como túneles, depósitos o canales.
Destacan Green Basilisk (Países Bajos) y Biomason (EE.UU.), entre otras startups en expansión.