Ampliación del Aeropuerto de El Prat: ¿avance estratégico o riesgo para el entorno y la vivienda?

Avión despegando sobre el Delta del Llobregat en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat

Un avión en maniobra de despegue en El Prat

La ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat es uno de los proyectos de infraestructura más debatidos en España. En 2025, tras años de bloqueos y negociaciones, Generalitat, Gobierno central y Aena han alcanzado un acuerdo para impulsar una inversión de más de 3.000 millones de euros con el objetivo de convertir El Prat en un hub intercontinental sostenible. La decisión marca un punto de inflexión en la competitividad de Cataluña y plantea interrogantes sobre su impacto ambiental, social y económico, especialmente en la vivienda del área metropolitana.


Estado actual del proyecto en 2025

El 10 de junio de 2025, las administraciones implicadas anunciaron el relanzamiento del plan de ampliación. La hoja de ruta contempla:

  • Inversión total: 3.000–3.200 millones de euros.
  • Extensión de la tercera pista en 500 metros.
  • Nueva terminal satélite conectada con la T1 mediante tren subterráneo.
  • Remodelación integral de T1 y T2.
  • Reordenación de aparcamientos y accesos viarios.
  • Nuevo acceso ferroviario a T1, actualmente al 80% de ejecución.

El calendario prevé la integración del proyecto en el DORA 3 (2027–2031) de Aena y la entrada en servicio del “nuevo Prat” hacia 2033.


Antecedentes históricos (2019–2024)

La ampliación no es un tema nuevo. En 2019–2021, Aena presentó un proyecto inicial valorado en unos 1.700 millones de euros, que incluía la terminal satélite y la extensión de pista. Sin embargo, el plan quedó paralizado en septiembre de 2021 por el fuerte rechazo ambiental y la falta de consenso político, sobre todo por el impacto sobre el humedal protegido de La Ricarda en el Delta del Llobregat.

Durante años, el proyecto se mantuvo en pausa. Fue en 2024–2025 cuando las partes retomaron las negociaciones, con una propuesta renovada que incorpora más medidas de compensación ambiental y un compromiso explícito de cumplir con las normativas europeas de biodiversidad.


Singularidades de la ampliación

  1. Terminal satélite: conectada mediante tren subterráneo, diseñada para vuelos intercontinentales y con estándares de eficiencia energética europeos.
  2. Extensión de pista: permitirá operaciones de aviones de largo radio, clave para abrir rutas directas con América y Asia.
  3. Reforma de T1 y T2: modernización de infraestructuras con criterios de eficiencia y digitalización.
  4. Integración ferroviaria: el acceso directo en tren a la T1 reducirá la huella de carbono del transporte terrestre.
  5. Compensaciones ambientales: restauración de centenares de hectáreas en el Delta, creación de una anilla verde y fondos para la protección de especies.

Sostenibilidad: un reto central

El punto más sensible sigue siendo el Delta del Llobregat. El plan aprobado promete un “mínimo impacto ambiental” y medidas de compensación inéditas hasta la fecha en un aeropuerto español:

  • Restauración de zonas agrícolas y humedales.
  • Creación de corredores ecológicos para la fauna.
  • Implementación de un fondo ambiental supervisado por la Unión Europea.
  • Estrategias de reducción de emisiones gracias a la intermodalidad ferroviaria.

El éxito del proyecto dependerá de que estas medidas se materialicen y no queden solo en compromisos sobre papel.


Pros de la ampliación

  • Competitividad global: posiciona a Barcelona como hub intercontinental, reduciendo la dependencia de aeropuertos como París o Ámsterdam.
  • Impacto económico y empleo: la inversión de 3.000 millones dinamizará la construcción, el turismo de congresos y los servicios.
  • Descarbonización parcial: el acceso ferroviario y la digitalización del aeropuerto favorecerán la reducción de emisiones asociadas al transporte.

Contras y riesgos

  • Impacto en ecosistemas: La Ricarda y el Delta son áreas protegidas y cualquier alteración podría tener repercusiones legales y reputacionales.
  • Aumento de ruido: la ampliación de pista y el crecimiento de operaciones ampliarán las isófonas de ruido, afectando la calidad de vida en municipios vecinos.
  • Incertidumbre en plazos: depender de la inclusión en DORA 3 y de evaluaciones ambientales puede retrasar la entrada en servicio más allá de 2033.

Repercusiones en el precio de la vivienda

El impacto inmobiliario se presenta heterogéneo:

  • Efecto negativo (ruido): la literatura económica demuestra que el ruido aéreo puede depreciar el valor residencial hasta un 3–4% en zonas muy expuestas. Cada decibelio adicional puede reducir el atractivo de una vivienda si no se acompaña de medidas de aislamiento.
  • Efecto positivo (accesibilidad): áreas con mejor conexión ferroviaria y cercanía al aeropuerto (El Prat, L’Hospitalet, Viladecans, Gavà y Castelldefels) pueden ganar valor por su proximidad a un hub económico y laboral de primer nivel.
  • Situación actual (2025): en El Prat de Llobregat, el precio medio ronda los 2.950–2.964 €/m², con subidas interanuales en línea con el mercado barcelonés. De momento, no se detecta un “descuento aeropuerto” generalizado, aunque sí puede haber ajustes por barrios directamente bajo nuevas rutas de vuelo.

En resumen, el efecto neto dependerá de la gestión del ruido y de la eficacia de las medidas ambientales. Si se cumplen las compensaciones y planes de aislamiento, el impacto en la vivienda podría ser neutro o incluso positivo en ciertas zonas.



Un futuro en equilibrio delicado

La ampliación de El Prat es un proyecto país que combina ambición global, complejidad técnica y fragilidad ambiental. Representa una apuesta por el liderazgo internacional de Barcelona, pero su éxito dependerá de cómo se implementen las medidas de sostenibilidad y de si las comunidades locales perciben más beneficios que costes.

En el plano inmobiliario, la repercusión será desigual: habrá barrios que sufran descuentos por ruido y otros que se beneficien de la accesibilidad y la dinamización económica. Un equilibrio delicado que marcará el futuro del área metropolitana de Barcelona en la próxima década.



Grandes transformaciones que marcan la agenda global

La ampliación de El Prat no es un caso aislado; forma parte de una serie de megaproyectos que están redefiniendo las infraestructuras y la energía a nivel mundial. Desde los cambios en los centros comerciales y su adaptación al futuro, hasta el impulso de la energía solar en Chile con plantas de baterías en 2025, pasando por la creciente inversión de China en Brasil o los megaproyectos de infraestructura en Latinoamérica y Estados Unidos. Todos ellos reflejan una misma tendencia: cómo las grandes obras transforman economías, territorios y estilos de vida.


Preguntas frecuentes (FAQ)

1. ¿Cuándo comenzarán las obras de ampliación del Aeropuerto de El Prat?
Se prevé que arranquen entre 2027 y 2031, dentro del marco regulatorio DORA 3 de Aena.

2. ¿Qué incluye el proyecto de ampliación?
La extensión de la tercera pista, una nueva terminal satélite, reformas en T1 y T2 y mejoras en accesos, incluido el ferroviario.

3. ¿Cuál es el presupuesto de la ampliación?
La inversión estimada es de entre 3.000 y 3.200 millones de euros.

4. ¿Cómo afectará al medio ambiente?
El plan contempla compensaciones como restauración de humedales y creación de corredores ecológicos para reducir el impacto en el Delta del Llobregat.

5. ¿Qué repercusión tendrá en la vivienda de la zona?
Puede generar descuentos en áreas más expuestas al ruido, pero también revalorizar barrios con mejor accesibilidad y conexión ferroviaria.

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