¿Podrá Chile descarbonizar la noche con 2 GW de almacenamiento en 2026?
Chile se propone instalar 2 GW de almacenamiento en 2026 para “descarbonizar la noche”. ¿Podrá el país transformar sus excedentes solares en energía limpia nocturna y dejar atrás los fósiles?

Complejo de almacenamiento energético en el desierto de Atacama, Chile (imagen generada por IA).
Chile se ha propuesto un objetivo ambicioso: alcanzar 2 GW de almacenamiento eléctrico en 2026 para “descarbonizar la noche”. La meta busca aprovechar la abundancia solar del día y trasladarla a la demanda nocturna, aún cubierta en gran parte por carbón y gas.
Este objetivo no solo es técnico, sino también estratégico: si Chile logra cumplirlo, se consolidará como referente en Latinoamérica, tal como ya se observa en iniciativas paralelas como el desarrollo del hidrógeno verde en Latinoamérica o el impulso de megaproyectos de transmisión eléctrica.
Contexto energético de la transición y el almacenamiento Chile 2026
Chile ha multiplicado su capacidad renovable en la última década, hasta alcanzar más del 60 % de la generación eléctrica proveniente de fuentes limpias, de acuerdo con la Comisión Nacional de Energía. La energía solar es la protagonista, con más de 11 GW instalados en 2023 y una expansión continua en el desierto de Atacama.
Sin embargo, esta bonanza ha generado tres problemas críticos:
- Vertimientos solares: gran parte de la producción fotovoltaica se pierde al mediodía por falta de demanda y capacidad de transporte.
- Congestión de transmisión: proyectos como la línea Kimal–Lo Aguirre, que añadirá 3 GW de capacidad, buscan resolver el cuello de botella, pero aún están en construcción.
- Dependencia nocturna de fósiles: el sistema recurre a centrales térmicas en las horas de mayor consumo.
La solución pasa por desplegar almacenamiento masivo que permita suavizar la curva de oferta y demanda, y transformar el exceso solar en energía nocturna libre de carbono, algo que ya hemos analizado en nuestro especial sobre transición energética en Latinoamérica.
El estado actual del almacenamiento en Chile 2026 y proyectos en marcha
Según datos de PV Magazine LATAM, Chile ya cuenta con casi 1 GW de baterías en operación y otros 571 MW en pruebas de interconexión. Además, existe una cartera de proyectos en construcción que podría superar los 5 GW para 2030.
Entre los proyectos más relevantes destacan:
- BESS del Desierto (Antofagasta): inaugurado en abril de 2025, con 200 MW y 800 MWh de capacidad, desarrollado por Engie. Energías Renovables lo describió como un “punto de inflexión” para el mercado chileno.
- Oasis de Atacama (Grenergy): uno de los megaproyectos más ambiciosos del mundo, con hasta 11 GWh de almacenamiento en desarrollo.
- Capricornio: un híbrido de 48 MW/264 MWh que combina solar y baterías, ejemplo del modelo que se repetirá en el norte del país.
De cumplirse las proyecciones de la CNE, hacia fines de 2026 Chile tendrá 2.248 MW de almacenamiento instalados, con una duración promedio de 4,25 horas.
Tecnologías de almacenamiento Chile 2026: las baterías como protagonistas
El almacenamiento en Chile 2026 se apoya casi por completo en las baterías de ion-litio, gracias a su rápida instalación, modularidad y eficiencia. Esta tecnología domina tanto los proyectos en operación como los que están en construcción.
Otras opciones, como el hidrobombeo o el almacenamiento térmico, tienen menor presencia en Chile, aunque en otros países de la región aportan soluciones de respaldo. La ventaja chilena radica en que los sistemas de baterías pueden desplegarse directamente junto a los parques solares en Atacama, reduciendo pérdidas y costos de transmisión.
Impacto económico y ambiental del almacenamiento energético en Chile
La entrada en operación de 2 GW de almacenamiento en 2026 traerá beneficios notables:
- Reducción de vertimientos renovables: hasta un 40 % menos de energía solar desperdiciada, según estimaciones publicadas por PV Magazine LATAM.
- Ahorro de costos: más de 500 millones de dólares anuales en reducción de costos operativos del sistema eléctrico.
- Estabilidad del sistema: respaldo inmediato en momentos de alta demanda o contingencias.
- Descarbonización nocturna: menos dependencia de carbón y gas durante las horas críticas.
En la práctica, cada megavatio almacenado y liberado por la noche significa menos emisiones y un paso más hacia la carbono-neutralidad en 2050, compromiso ya asumido por el país.
Obstáculos regulatorios y financieros para el almacenamiento Chile 2026
El camino, sin embargo, no está libre de barreras:
- Definición legal del almacenamiento: aún no se ha establecido si será tratado como generación, consumo o servicio independiente.
- Remuneración de servicios: falta claridad sobre cómo se pagará por la flexibilidad, la regulación de frecuencia y el respaldo que aportan las baterías.
- Permisos ambientales y conexión: procesos lentos que retrasan proyectos clave.
- Riesgos financieros y logísticos: dependencia de cadenas de suministro internacionales para las baterías de litio, vulnerables a fluctuaciones del dólar.
Un estudio de la cooperación alemana GIZ y el instituto Fraunhofer advierte que, sin un marco regulatorio claro, el despliegue podría demorarse y afectar la confianza de inversionistas.
Proyectos estratégicos de almacenamiento Chile 2026
La meta chilena se sustenta en proyectos emblemáticos que ya están en marcha:
- Oasis de Atacama (Grenergy): que convertirá al norte chileno en un polo de almacenamiento a escala global.
- Engie – BESS del Desierto: con 200 MW, ya en operación, demuestra la viabilidad del modelo.
- AES Andes: que impulsa sistemas híbridos con fotovoltaica y baterías.
- Kimal–Lo Aguirre: clave para evacuar la energía acumulada desde Atacama hacia la zona central.
Estos proyectos son el corazón de la estrategia chilena para alcanzar y superar los 2 GW de almacenamiento en 2026.
Perspectiva regional del almacenamiento de energía
El liderazgo chileno contrasta con el ritmo más lento de países como México o Colombia, que apenas comienzan a explorar proyectos de almacenamiento a gran escala.
En este sentido, Chile puede convertirse en modelo regional de integración renovable, al igual que lo ha hecho con la regulación del hidrógeno verde. Como señalamos en nuestro artículo sobre hidrógeno verde en Latinoamérica, las metas chilenas tienen un efecto demostrativo que podría acelerar los cambios en toda la región.
Conclusión: ¿utopía o realidad alcanzar los 2 GW en 2026?
La meta de almacenamiento en Chile 2026 es tan ambiciosa como estratégica. El país cuenta con proyectos en operación y en construcción que permiten pensar que los 2 GW son alcanzables en el plazo previsto. Sin embargo, el éxito dependerá de resolver los desafíos regulatorios y financieros, y de que la infraestructura de transmisión avance al mismo ritmo.
Si Chile logra su objetivo, no solo descarbonizará la noche, sino que marcará el camino para una transición energética acelerada en toda Latinoamérica.
Preguntas frecuentes
Es el objetivo de reemplazar la generación nocturna con fósiles por electricidad almacenada de fuentes renovables, especialmente solar.
Casi 1 GW en operación, más de 500 MW en pruebas y múltiples proyectos en construcción que superan los 5 GW a largo plazo.
Principalmente baterías de ion-litio, instaladas junto a parques solares.
Menos vertimientos, mayor confiabilidad, reducción de costos operativos y menores emisiones de carbono.
Regulación poco definida, procesos de permisos lentos, dependencia de baterías importadas y riesgos financieros.