Aerogeles que enfrían sin electricidad: el avance de la Universidad Nacional de Singapur

Científicos de la Universidad Nacional de Singapur presentan su nuevo aerogel que enfría edificios sin energía
La Universidad Nacional de Singapur ha desarrollado aerogeles reciclados capaces de enfriar edificios sin consumo eléctrico. Este avance en materiales de refrigeración pasiva podría revolucionar la arquitectura en climas cálidos.
Aerogeles para enfriamiento pasivo: una solución sostenible e innovadora
El reto de mantener los edificios frescos sin depender del aire acondicionado es cada vez más urgente. En zonas cálidas y húmedas como el sudeste asiático, hasta el 20% del consumo energético de un edificio se destina a la refrigeración. Para ofrecer una alternativa eficiente y sostenible, un equipo de la Universidad Nacional de Singapur ha desarrollado un nuevo tipo de aerogeles para enfriamiento pasivo, fabricados a partir de plástico reciclado y sin necesidad de suministro eléctrico.
Este innovador material, descrito como un aerogel reciclado de tereftalato de polietileno (PET), permite reflejar la radiación solar, aislar térmicamente el interior y emitir calor hacia el cielo mediante el fenómeno conocido como enfriamiento radiativo. Todo esto lo logra con una delgadez extrema (menos de 1 cm) y sin añadir peso relevante a la estructura del edificio.
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Cómo funciona: radiación, reflexión y aislamiento
El funcionamiento de este nuevo material se basa en un triple principio físico:
- Alta reflectividad solar: gracias a su color blanco puro y estructura porosa, el aerogel refleja gran parte de la radiación solar incidente, reduciendo el calentamiento superficial.
- Enfriamiento radiativo: el material emite energía térmica en forma de radiación infrarroja dentro de la ventana atmosférica (8–13 micras), que escapa directamente hacia el espacio, logrando temperaturas por debajo del ambiente sin necesidad de energía.
- Aislamiento térmico: su estructura de poros microscópicos actúa como barrera al calor externo, reduciendo la transferencia térmica desde el exterior al interior del edificio.
Este tipo de materiales de refrigeración sin energía se inscriben dentro de una categoría cada vez más relevante en arquitectura climática: los sistemas pasivos que actúan por diseño, no por consumo.
Resultados: 2°C menos sin enchufes
Según los datos difundidos por la propia Universidad Nacional de Singapur y el medio especializado The Engineer, una capa de solo 5 mm de espesor aplicada sobre una superficie fue capaz de reducir la temperatura hasta 2 grados centígrados respecto a un techo sin recubrimiento. Todo ello, sin ventiladores, refrigerantes ni gasto energético. Los resultados son especialmente prometedores para climas tropicales y subtropicales, donde la demanda de refrigeración representa uno de los mayores retos ambientales y económicos.
La eficiencia del enfriamiento pasivo de este aerogel supera incluso a muchos aislamientos tradicionales y a pinturas reflectantes. A diferencia de estas últimas, el aerogel no solo refleja sino que aísla y emite calor.
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¿Qué lo hace diferente?
Las ventajas de este aerogel reciclado de la Universidad Nacional de Singapur frente a otras soluciones pasivas o convencionales son múltiples:
- Sin consumo eléctrico
- Ligero y flexible
- Fabricado con residuos PET (botellas recicladas)
- Proceso de fabricación un 97% más eficiente en energía
- Aplicable sobre tejados o fachadas existentes
- Potencial para escalar a nivel industrial
Además, al basarse en materiales reciclados, el impacto ambiental es mucho menor que en el caso de los aislamientos sintéticos tradicionales. El proceso de producción consume un 96% menos de tiempo y un 97% menos energía que las versiones anteriores de aerogeles.
Aplicaciones arquitectónicas y urbanas
El principal uso previsto para estos aerogeles para enfriamiento pasivo es el recubrimiento de tejados en edificios residenciales o comerciales. Pero sus aplicaciones van más allá:
- Cubiertas reflectantes en climas calurosos.
- Fachadas orientadas al sol, como segunda piel pasiva.
- Sistemas de refrigeración industrial pasiva en tuberías o contenedores expuestos al exterior.
- Elementos móviles o desmontables en arquitectura modular.
Este tipo de soluciones podrían integrarse fácilmente en estrategias de diseño bioclimático o en construcciones que buscan alcanzar estándares como Passivhaus o edificios de energía casi nula (nZEB).
Comercialización y futuro
El desarrollo ha sido patentado y, según el equipo investigador, ya existen planes para transferir la tecnología a empresas interesadas en soluciones sostenibles para la construcción. La escalabilidad, el bajo coste y la compatibilidad con sistemas existentes son factores clave que podrían acelerar su llegada al mercado.
La propia Universidad Nacional de Singapur ha divulgado el avance a través de canales como ScienceDaily y EurekAlert!, confirmando que este proyecto busca resolver una de las mayores paradojas del cambio climático: el calentamiento global aumenta la demanda de refrigeración, pero enfriar con aire acondicionado acelera el calentamiento.
Con materiales como este, ese círculo vicioso podría romperse.
Aerogeles reciclados y enfriamiento pasivo: una revolución en la arquitectura sostenible
Los aerogeles para enfriamiento pasivo desarrollados por la Universidad Nacional de Singapur representan un avance clave en la transición hacia una arquitectura sostenible y adaptada al cambio climático. Al utilizar residuos plásticos como materia prima y enfriar edificios sin consumo eléctrico, este material ofrece una doble solución: eficiencia energética y reducción de residuos.
Además de su alta eficacia como material de refrigeración pasiva, su ligereza, versatilidad y bajo coste hacen que su aplicación en tejados y fachadas pueda generalizarse con rapidez en zonas cálidas. En un contexto donde la demanda de refrigeración sigue creciendo, contar con soluciones pasivas de enfriamiento como esta es vital para frenar las emisiones asociadas al uso masivo de aire acondicionado.
Preguntas frecuentes (FAQ)
Es un material ultraligero que refleja el sol, emite calor hacia el cielo y aísla térmicamente, todo sin consumo eléctrico.
Está fabricado con PET reciclado de botellas plásticas, utilizando un proceso de bajo consumo energético.
En pruebas reales, una capa de 5 mm redujo la temperatura de la superficie hasta 2 °C sin ayuda de sistemas activos.
Principalmente en cubiertas, tejados, fachadas o elementos expuestos al sol en edificios e infraestructuras.
Aún no, pero está patentado y se están evaluando posibles socios industriales para su comercialización.