Compra de vivienda en 2025: qué perfiles no deberían esperar a 2026 (y por qué)

Vivienda contemporánea representando el mercado inmobiliario de 2025.
Cuando hablamos de compra de vivienda en 2025, muchos compradores se hacen la misma pregunta: “¿Espero al año que viene o compro ya?”. Es una duda lógica. Basta asomarse a los informes del INE, el Banco de España o la AIReF para ver previsiones contradictorias sobre inflación, tipos y demanda. Sin embargo, la realidad es que ciertos perfiles correrán más riesgos esperando que actuando ahora. Y la intriga de quiénes son se ha convertido en una conversación recurrente en estudios de arquitectura, inmobiliarias y entidades financieras.
Durante los últimos meses, los especialistas han repetido un mensaje claro: no todos pueden permitirse esperar a 2026. No porque vaya a ocurrir un cataclismo inmobiliario, sino porque pequeñas variaciones del Euríbor, la subida del coste de la construcción y el empuje de la demanda joven pueden cambiar el escenario en cuestión de semanas.
A lo largo del artículo te cuento, con ejemplos reales y datos contrastados, quién debería moverse ya.
Los perfiles que no deberían retrasar la compra de vivienda en 2025
La lista no es corta, pero sí clara. Si te reconoces en alguno de estos casos, quizá 2026 no sea tan buena idea.
1. Quienes necesitan financiación al límite de su capacidad
Este grupo es el más sensible. Quien compra con el 80% o 90% de hipoteca sabe que cada décima del Euríbor cambia la cuota. Aunque el consenso de analistas apunta a una ligera bajada, el Banco Central Europeo ya ha avisado de que los movimientos serán lentos.
Imagina un comprador que firma hoy una hipoteca variable de 220.000 €. Una subida mínima del 0,20 % en 2026 puede encarecer la cuota anual en más de 400 €. Y si nos vamos a informes del Banco de España, vemos que el acceso a financiación vuelve a endurecerse, sobre todo para jóvenes.
Aquí la intriga es evidente: ¿y si 2026 no baja los tipos tanto como se espera? Comprar vivienda en 2025 puede ser la diferencia entre entrar o quedarse fuera. Si quieres comparar este análisis con otros factores clave, puedes revisar nuestro artículo sobre “¿Conviene vender una vivienda en 2025 o esperar a 2026?”, que conecta directamente con las tendencias del mercado.
2. Familias que necesitan mudarse por espacio
Cuando analizamos si conviene esperar a 2026, muchas familias descubren que el coste económico no es el único factor. El coste de oportunidad es enorme. Si una familia necesita más habitaciones por el crecimiento del hogar, posponer un año significa convivir con incomodidad, falta de intimidad y más estrés diario.
Los arquitectos lo repetimos a menudo: la calidad de vida también forma parte del presupuesto.
3. Compradores que buscan obra nueva en zonas tensionadas
La oferta de obra nueva es limitada y muy localizada. En ciudades como Madrid, Barcelona, Málaga o Valencia, la disponibilidad es baja, los plazos de entrega largos y los precios tienden a subir porque el coste de materiales sigue alto. Un ejemplo claro está en los datos de costes del Ministerio de Vivienda, que reflejan todavía tensiones en materiales básicos.
Si quieres un piso de obra nueva en un barrio concreto, esperar no te dará más opciones, sino menos.
4. Inversores que buscan rentabilidad en alquiler
En 2025 el alquiler continúa subiendo en las grandes ciudades. Los portales sectoriales muestran incrementos del 7% al 11% anual en zonas metropolitanas. A esto se suma que cada vez más ciudades incorporan zonas tensionadas según la normativa estatal, lo que complica la disponibilidad.
Quien compre vivienda en 2025 para alquilarla puede activar antes la rentabilidad. En cambio, esperar a 2026 puede suponer pagar más por el mismo activo con un ingreso equivalente.
5. Jóvenes con ayuda pública aprobada
Las ayudas estatales y autonómicas —como el Bono de Alquiler Joven, la línea ICO de avales del 20% o los programas autonómicos para compradores primerizos— suelen tener plazos estrictos. Si estás dentro de un programa, conviene revisar la letra pequeña.
La vivienda asequible que se está promoviendo desde 2023 y 2024 avanza, pero aún tardará en generar stock. Si ya tienes una ayuda vigente, 2025 es el año para activarla.
¿Qué puede pasar si esperas a 2026?
La pregunta es inevitable. Y aunque nadie puede predecirlo con precisión, sí podemos analizar tendencias claras:
- Los tipos podrían bajar, sí, pero muy lentamente.
- Los precios no apuntan a una caída generalizada, como indica el análisis de Sociedad de Tasación.
- La obra nueva seguirá siendo limitada, porque el suelo finalista no crece al ritmo de la demanda.
- El coste de construcción sigue alto, como muestra cualquier base de precios profesional.
Todo esto dibuja un escenario donde esperar no garantiza un ahorro. De hecho, para algunos perfiles, puede encarecer la operación final.
Cómo decidir si entrar en la compra de vivienda en 2025
Aquí es donde los profesionales solemos plantear tres preguntas clave:
- ¿Tu situación personal mejorará realmente en 2026?
- ¿El tipo de vivienda que buscas está aumentando o reduciéndose en oferta?
- ¿Qué impacto tendría en tu vida esperar un año entero?
Responderlas ayuda a poner en contexto la compra de vivienda en 2025. Los compradores que han tomado mejores decisiones son quienes analizan no solo el precio, sino su vida real.
Decidir si esperar o comprar vivienda en 2025 no es sencillo, pero sí es más claro cuando entiendes tu perfil. Y puede que la mejor oportunidad no sea el año que viene, sino ahora.
FAQ
¿Podrán bajar los precios en 2026?
Pueden moderarse en algunas zonas, pero los organismos oficiales no prevén bajadas generalizadas.
¿Es mejor esperar si tengo ahorros suficientes?
Depende de la oferta de la zona. Si buscas algo muy concreto, esperar puede jugar en tu contra.
¿Comprar en 2025 es más seguro que en 2026?
No es cuestión de seguridad, sino de oportunidad: el mercado se mueve rápido, pero ciertos perfiles tienen más que perder esperando.
