¿Qué país logró superar una crisis de vivienda como la de España? Lecciones que sorprenden

¿Es posible salir de una crisis de vivienda como la que vive España? Algunos países ya lo lograron, y sus soluciones —tan distintas como eficaces— pueden marcar el camino del futuro.

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Tokio y Estocolmo: dos modelos distintos con un mismo objetivo, vivienda asequible y abundante.

¿Puede un país salir realmente de una crisis de vivienda?
La pregunta suena retórica, pero tiene respuesta. Y lo cierto es que algunos países sí lo han conseguido, combinando políticas audaces, cambios normativos y una visión a largo plazo. Mientras España enfrenta una escasez de vivienda asequible, Tokio y Suecia ofrecen dos modelos radicalmente distintos, pero ambos efectivos, para aprender y actuar.


Tokio: más viviendas que hogares

En el corazón de una de las ciudades más densas del planeta, Tokio ha conseguido algo impensable: mantener los precios estables pese a su altísima demanda.
¿Cómo lo hizo? Con una receta poco popular en Occidente: construir, construir y seguir construyendo.

Desde hace décadas, el área metropolitana de Tokio aprueba miles de viviendas nuevas cada año. El secreto está en una planificación urbana flexible, donde casi cualquier zona permite uso residencial. Este sistema, establecido desde 1968, evitó que los gobiernos locales bloquearan nuevas promociones por oposición vecinal.

Un análisis de Abundant Housing LA explica que el resultado ha sido una ciudad que aumenta su oferta habitacional más rápido que su población, rompiendo el círculo de escasez que asfixia a otras capitales.

Además, la excelente red de transporte público —una lección que España también conoce bien— permite distribuir la vivienda en zonas más amplias y asequibles, sin depender del centro urbano.

La clave japonesa no está en limitar precios, sino en liberar suelo y agilizar permisos. Lo que significa en la práctica es que la oferta vence al miedo.

Eso no significa que Tokio sea perfecta: la ciudad enfrenta ahora un exceso de viviendas vacías (“akiya”) por envejecimiento y despoblación rural. Aun así, sigue siendo el caso más citado de éxito urbano en vivienda asequible dentro de una gran metrópolis.


Suecia: construir un millón de hogares en diez años

En los años 60, Suecia vivió su propio drama habitacional. Faltaban viviendas, los barrios obreros estaban saturados y la población crecía. ¿Qué hicieron?
Lanzaron el “Miljonprogrammet”, un plan público-privado que levantó un millón de viviendas entre 1965 y 1974.

El programa combinó inversión estatal, suelo público y colaboración con empresas privadas. Según un informe del Terner Center for Housing Innovation, Suecia consiguió erradicar el déficit de vivienda en menos de una década y modernizar su parque residencial con estándares altos de calidad.

Los barrios construidos —como Rinkeby o Fittja en Estocolmo— ofrecieron viviendas luminosas, bien conectadas y con servicios comunitarios. Fue una política masiva de vivienda asequible, no un simple parche coyuntural.

Sin embargo, el tiempo dejó su huella: hoy algunos de esos conjuntos necesitan rehabilitación profunda y atención social. Aun así, el “Miljonprogrammet” sigue siendo uno de los programas de vivienda más ambiciosos y eficaces de Europa.



Qué puede aprender España de estos modelos

España arrastra una tormenta perfecta: falta de oferta, costes crecientes, suelos escasos, y un parque envejecido. ¿Cómo puede inspirarse en estos modelos sin copiar ciegamente?

1. Incrementar la oferta real de vivienda.
Tanto Tokio como Suecia demostraron que la cantidad importa. No basta con declaraciones de intención: se necesitan miles de viviendas nuevas cada año. Apostar por la industrialización y la construcción modular, como explicamos en el artículo sobre viviendas prefabricadas sostenibles, puede reducir tiempos y costes.

2. Liberar suelo y agilizar trámites.
Una de las barreras más citadas por promotores y arquitectos es la lentitud administrativa. La experiencia japonesa muestra que una zonificación flexible multiplica la oferta sin grandes costes públicos.

3. Fomentar la colaboración público-privada.
El modelo sueco demuestra que cuando el Estado lidera y el sector privado ejecuta, el impacto es real. España podría aprovechar fondos europeos y programas como el PERTE de rehabilitación energética para impulsar proyectos de vivienda asequible, como se analizó en “Rehabilitación energética en comunidades”.

4. Pensar en la ciudad completa.
El acceso a transporte, equipamientos y zonas verdes es parte del problema habitacional. Si las nuevas viviendas se sitúan en zonas bien conectadas, la presión del centro urbano disminuye. Tokio lo demuestra.

5. Estabilidad y visión a largo plazo.
Ninguna política de vivienda se resuelve en un ciclo electoral. Japón necesitó décadas de consistencia; Suecia, una década de ejecución ininterrumpida. España podría tomar nota: la continuidad política y técnica es esencial para recuperar la confianza del sector.



¿Y el futuro? Europa busca su propio modelo

La Unión Europea impulsa desde 2023 la “New European Bauhaus”, una iniciativa que busca vincular vivienda asequible, sostenibilidad y diseño de calidad. España, con su tejido de arquitectos e ingenieros de edificación, está en una posición estratégica para liderar este nuevo paradigma.

El reto es equilibrar tres fuerzas:

  • Sostenibilidad, para reducir el impacto ambiental;
  • Accesibilidad, para que el ciudadano medio pueda pagar su hogar;
  • Innovación, para que la vivienda evolucione con las necesidades reales.

La realidad es que ningún país ha encontrado la fórmula mágica, pero algunos se han acercado mucho. Tokio apostó por la libertad de construir; Suecia, por la planificación masiva.
España podría combinar ambas: la flexibilidad japonesa y la visión social escandinava.


Reflexión final

Quizá la lección más clara es que una crisis de vivienda no se supera con discursos, sino con decisiones valientes.
Tokio demostró que más oferta estabiliza precios. Suecia probó que la planificación pública puede cambiar el panorama. España está en el punto de decidir si observa… o actúa.

Y tú, ¿crees que España debería apostar por la vía japonesa o la sueca?


13. Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué país ha tenido más éxito en resolver una crisis de vivienda?
Tokio (Japón) es el caso más citado por su equilibrio entre oferta abundante y precios estables.

¿España podría aplicar el modelo sueco?
Sí, parcialmente. España podría impulsar vivienda pública y cooperativas con apoyo financiero europeo.

¿Qué papel juegan los arquitectos e ingenieros en esta transformación?
Un papel esencial: deben liderar la innovación constructiva y la eficiencia energética para hacer viable la vivienda asequible.

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