Qué es el nivel freático en construcción y cómo se gestiona para evitar problemas estructurales
El nivel freático en construcción determina la presencia de agua subterránea bajo un terreno. Conocer su profundidad y comportamiento es esencial para diseñar cimentaciones seguras, prevenir humedades y aplicar soluciones de drenaje o impermeabilización eficaces.

Sistema de bombeo y drenaje instalado en una excavación urbana para controlar el nivel freático durante la fase de cimentación.
El nivel freático en construcción es un factor clave que influye directamente en la estabilidad del terreno, en el tipo de cimentación y en la durabilidad de los materiales. Comprenderlo y gestionarlo correctamente es fundamental para evitar humedades, filtraciones o daños estructurales a largo plazo.
En este artículo de Habitaro, exploramos qué es exactamente el nivel freático, cómo se determina en la fase de estudio geotécnico y qué estrategias constructivas existen para controlarlo eficazmente en obras de edificación o infraestructura.
Qué entendemos por nivel freático
Se denomina nivel freático a la profundidad a la que se encuentra el agua subterránea en un terreno. Es decir, el punto a partir del cual los poros del suelo están completamente saturados de agua. Este nivel varía en función de la topografía, la permeabilidad del terreno y las condiciones climáticas.
En proyectos de edificación, su posición respecto a la cota de cimentación es crítica. Un nivel freático alto puede afectar la resistencia del terreno, generar presiones hidrostáticas sobre muros y losas, o incluso comprometer la estabilidad de la estructura si no se prevé adecuadamente.
Por eso, la determinación precisa del nivel freático forma parte esencial del estudio geotécnico, donde se analizan parámetros como la capacidad portante del suelo, la permeabilidad y la variación estacional del agua subterránea.
👉 Puedes profundizar en este tema en nuestro artículo sobre qué es un estudio geotécnico y para qué sirve.
Cómo se detecta el nivel freático en una obra
Durante la fase de prospección, los técnicos emplean métodos como sondeos, piezómetros y ensayos de permeabilidadpara localizar el nivel freático y determinar su oscilación temporal. En zonas urbanas o costeras, este nivel puede situarse a pocos metros del terreno natural, como ocurre en Barcelona o Valencia, donde la influencia del mar eleva la cota del agua subterránea.
En la práctica, el ingeniero geotécnico documenta:
- Profundidad del nivel freático durante la perforación.
- Fluctuación del nivel a lo largo de las estaciones.
- Posibles presiones intersticiales que afecten a la estabilidad del suelo.
Estos datos son esenciales para diseñar soluciones de drenaje y cimentaciones adecuadas, especialmente en terrenos arcillosos o limosos con baja permeabilidad.
Riesgos asociados a un nivel freático alto
Un nivel freático elevado puede causar problemas graves si no se controla. Entre los más comunes:
- Humedades por capilaridad en muros y soleras.
- Empuje hidrostático sobre sótanos o muros pantalla.
- Flotación de cimentaciones en estructuras subterráneas.
- Contaminación del agua por infiltraciones no controladas.
Además, puede incrementar los costes de ejecución debido a la necesidad de bombas de achique permanentes o sistemas de impermeabilización más complejos.
Para prevenir estas situaciones, se aplican técnicas de control y rebaje del nivel freático adaptadas al tipo de obra.
Estrategias constructivas para controlar el nivel freático
Existen diversas técnicas de drenaje y contención diseñadas para mantener seco el entorno de trabajo durante la excavación y proteger la estructura en servicio:
- Drenajes perimetrales
Consisten en tubos ranurados o drenes franceses colocados alrededor de la cimentación para conducir el agua hacia un pozo de bombeo. - Pozos de achique y bombas sumergibles
Permiten un rebaje temporal del nivel freático durante la ejecución de la obra. - Pantallas impermeables o muros pantalla
Se emplean para impedir la entrada de agua en excavaciones profundas, como aparcamientos subterráneos o estaciones de metro. - Inyecciones químicas o cementantes
Crean barreras impermeables dentro del terreno, reduciendo su permeabilidad. - Láminas drenantes y geotextiles
Canalizan el agua hacia los puntos de evacuación, evitando presiones localizadas.
Cada solución debe dimensionarse según el informe geotécnico y las condiciones específicas del emplazamiento.
👉 En nuestro artículo sobre control de calidad en la construcción explicamos cómo se verifican estas soluciones en obra para garantizar su eficacia.
Ejemplos de obras afectadas por el nivel freático
En proyectos de gran envergadura como los túneles de la M-30 en Madrid o las líneas de metro de Barcelona, el control del nivel freático fue una tarea fundamental para evitar filtraciones y asientos diferenciales.
Incluso en edificaciones residenciales, un mal control del agua subterránea puede traducirse en patologías posteriores, humedades o fallos en impermeabilizaciones. Por ello, los proyectos de arquitectura sostenible ya integran soluciones de drenaje pasivo y control de infiltraciones desde el diseño.
Nivel freático y sostenibilidad constructiva
La gestión del nivel freático también tiene implicaciones medioambientales. Un drenaje excesivo puede alterar los ecosistemas subterráneos o disminuir el caudal de acuíferos. Por eso, la tendencia actual es aplicar estrategias de drenaje sostenible (SUDS) que permiten controlar y reutilizar el agua filtrada.
Este tipo de sistemas combinan ingeniería y ecología urbana, alineándose con los principios de diseño mediterráneo y construcción sostenible que promovemos desde Habitaro.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué es exactamente el nivel freático?
Es la profundidad a partir de la cual el terreno se encuentra saturado de agua, variando según las condiciones geológicas y climáticas.
¿Por qué es importante en una obra?
Porque influye en el tipo de cimentación, en la estabilidad del terreno y en la aparición de humedades.
¿Cómo se controla el nivel freático durante la construcción?
Mediante drenajes, pozos de bombeo, pantallas impermeables e inyecciones químicas que reducen la permeabilidad del suelo.
¿Qué relación tiene con la sostenibilidad?
Un drenaje equilibrado permite proteger acuíferos y reducir el impacto ambiental, integrando soluciones de drenaje sostenible (SUDS).