Carbono en venta: el mercado de emisiones que México lanzará en 2026 y casi nadie está explicando
México prepara para 2026 un mercado de carbono que pondrá precio real al CO₂. ¿Qué significa que las emisiones se compren y vendan, cómo afectará a la construcción y por qué casi nadie está hablando de ello?

Imagen ilustrativa del mercado de carbono en México 2026
En 2026, México pondrá en marcha un mercado de carbono a nivel nacional, un sistema que pondrá precio real a las emisiones de CO₂ y transformará la manera en que empresas, constructoras e industrias entienden la sostenibilidad. Este mercado de carbono en México 2026 será un ETS (sistema de comercio de emisiones) que fijará un tope y permitirá negociar permisos, un paso clave para cumplir los compromisos climáticos internacionales y enfrentar la presión de mecanismos como el CBAM europeo.
A pesar de su relevancia, este cambio aún se explica poco en la opinión pública. El carbono se convertirá en un activo comercializable, y sus efectos alcanzarán desde la energía hasta la vivienda asequible, pasando por la competitividad exportadora.
¿Qué es el mercado de carbono que México lanzará en 2026?
El mercado de carbono México 2026 funcionará bajo la lógica de “cap and trade”: se establece un tope de emisiones y cada instalación recibe permisos negociables. Quien supere su límite deberá comprar derechos adicionales o compensar emisiones con proyectos certificados.
México no parte de cero. Desde 2020 funciona un programa piloto de ETS regulado por la Ley General de Cambio Climático, con cobertura a fuentes fijas que emiten más de 100.000 toneladas de CO₂ al año, según la Agencia Internacional de la Energía. En ese esquema participan sectores eléctricos e industriales, que servirán de base para la fase operativa prevista en 2026.
Además, la autoridad ambiental ya opera el Sistema de Seguimiento de los Derechos de Emisión de SEMARNAT, donde se expiden y transaccionan permisos. Este sistema será el pilar del futuro mercado de carbono.
Lo que sabemos del mercado de carbono en México 2026
Aunque aún faltan detalles reglamentarios, hay certezas clave:
- Registro nacional: La Bolsa Mexicana de Valores, a través de MÉXICO₂, prepara un registro de créditos de carbono para dar trazabilidad y confianza al sistema.
- Compensaciones (offsets): Las empresas podrán cumplir parte de sus obligaciones con proyectos certificados de forestación, energías renovables o eficiencia energética.
- Precio inicial estimado: se espera un arranque en torno a 400 pesos por tonelada de CO₂, cifra que alinearía a México con las exigencias internacionales en exportación.
- Riesgos financieros: El Banco de México lanzó una advertencia poco habitual: si el precio del carbono se define mal, puede provocar ajustes abruptos en sectores industriales y “turbulencias de crédito” que golpearían directamente al financiamiento de la obra pública y privada.
- Regulación pendiente: aún no se ha definido cómo se asignarán los permisos, qué porcentaje máximo podrá cubrirse con offsets ni la curva de reducción del cap.
Comparación internacional: Europa, China y México
El mercado de carbono México 2026 no será un experimento aislado. Europa opera su ETS desde 2005 con precios que superan los 70 €/tCO₂ y una cobertura que incluye electricidad, industria pesada y aviación. China, por su parte, gestiona el mayor mercado del mundo por volumen, centrado en el sector eléctrico, con precios más bajos pero en expansión.
México se situará a medio camino: con un precio inicial más cercano a los estándares de mercados emergentes, pero con la obligación de integrarse en el comercio internacional si quiere que sus exportaciones industriales no sufran penalizaciones.
Región / Mercado | Precio aproximado (2025) | Fuente |
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Unión Europea (EU ETS) | € 73.97 / tCO₂ (septiembre 2025) | Trading Economics |
China (ETS nacional) | CNY 95.96 / tCO₂ (≈ USD 13.3) en 2024; superó los CNY 100 en 2025 | ICAP, Transition Asia |
México (proyección 2026) | ~ MXN 400 / tCO₂ (≈ USD 20) | BMV, Carbon Pulse, Beveridge & Diamond |
Impacto en la construcción y la vivienda
La construcción será uno de los sectores más expuestos al mercado de carbono en México 2026. El cemento y el acero representan gran parte de las emisiones y, al tener un precio por cada tonelada de CO₂, deberán transformarse.
Esto empujará la adopción de la economía circular en la construcción, donde el reciclaje de áridos y metales o el uso de prefabricados más eficientes se convierten en estrategias no solo ambientales, sino también económicas. Ya hemos visto cómo los sistemas de reutilización reducen costos y emisiones, y ahora pasarán de ser buenas prácticas voluntarias a una ventaja competitiva clara.
También impactará en el costo final de la vivienda. Si el precio del carbono se traslada a los materiales, el acceso a la vivienda asequible en México 2026 puede verse condicionado. Por eso, la política pública deberá equilibrar sostenibilidad con inclusión social.
Oportunidades para proyectos de compensación
La introducción del mercado abre un espacio nuevo para proyectos de captura y reducción de emisiones. Forestación, restauración de ecosistemas, instalaciones de energía renovable o programas de eficiencia energética en edificios podrán generar créditos de carbono.
En este punto, la transición energética en Latinoamérica ofrece lecciones útiles: países como Chile y Colombia han usado incentivos al carbono para atraer inversión en renovables y movilidad sostenible. Expertos del sector reconocen que el verdadero reto no es tecnológico, sino político:
“México podrá atraer inversión climática si logra un registro creíble; de lo contrario, corremos el riesgo de un mercado de papel sin impacto real”, admitió un consultor energético en la última Cumbre Climática.
Riesgos y desafíos del ETS mexicano
- Precio bajo: si la tonelada de carbono queda demasiado barata, no habrá incentivo real para reducir emisiones.
- Precio alto: si se dispara, los sectores intensivos trasladarán el costo a consumidores y podrían frenar la inversión.
- Integridad ambiental: el riesgo de créditos de compensación poco confiables amenaza la credibilidad del mercado.
- Coordinación fiscal: varios estados ya aplican impuestos al carbono; si no se armonizan con el ETS, las empresas podrían enfrentar doble gravamen.
- Capacidad institucional: medir, reportar y verificar emisiones (MRV) exige recursos y personal especializado que aún es limitado.
Políticas y señales que conviene vigilar en 2025–2026
- Publicación del reglamento operativo del ETS y su calendario de reducción.
- Límites al uso de offsets y criterios de verificación.
- Señales de precio en las primeras subastas.
- Convergencia con impuestos estatales al carbono.
- Posible ampliación de la cobertura a transporte y construcción indirecta.
Conclusión
El mercado de carbono en México 2026 marcará un antes y un después en la economía. Al poner precio al CO₂, cambiará la competitividad de las industrias, la planificación de la construcción y el diseño de la vivienda.
La clave será el equilibrio: diseñar reglas claras, verificar con transparencia y establecer un precio suficiente para incentivar la reducción, pero sin asfixiar a los sectores productivos. La gran incógnita es si México encontrará ese punto medio. El país tiene músculo industrial y capital humano para liderar en la región, pero también arrastra vacíos institucionales que pueden frenar la transición. Lo que está en juego no es solo el clima: es la competitividad misma de la economía mexicana.
Preguntas frecuentes sobre el mercado de carbono México 2026
Principalmente las del sector eléctrico e industrial con emisiones superiores a 100.000 toneladas de CO₂ al año.
Se estima un arranque de unos 400 pesos por tonelada, aunque dependerá de la regulación y las subastas.
Sí, con créditos certificados de proyectos de forestación, renovables o eficiencia energética.
Elevará la presión sobre cemento y acero, impulsando el uso de materiales alternativos, reciclados y procesos de economía circular.
De forma indirecta: el precio del carbono puede trasladarse a bienes, servicios y vivienda, lo que obliga a políticas públicas de equilibrio social.