Pisos turísticos en Barcelona: el Ayuntamiento eliminará 10.000 licencias

Rueda de prensa del Ayuntamiento sobre los pisos turísticos en Barcelona

El Ayuntamiento de Barcelona anuncia la eliminación de licencias de viviendas turísticas a partir de 2028

Los pisos turísticos en Barcelona se han convertido en un tema central del debate urbano. El Ayuntamiento ha decidido que en 2028 dejarán de existir más de 10.000 licencias de viviendas de uso turístico, una medida que busca devolver oferta al mercado residencial. Según confirmó el propio Ajuntament de Barcelona en su comunicado oficial, no se renovarán las licencias vigentes. Esta medida supone un cambio estructural en la política turística de la ciudad. Los estudios más recientes indican que esta decisión podría aliviar el alquiler en Barcelona, aunque también implicará pérdidas de empleo en el sector turístico y un impacto sobre actividades económicas asociadas al turismo urbano.


Impacto directo en precios de alquiler y compraventa

El Institut d’Economia de Barcelona (IEB) ha calculado que el cierre de los apartamentos turísticos en Barcelona provocará una caída del alquiler de entre un 8% y un 13%. Esto supone que un piso de 70 m² podría abaratarse entre 90 y 150 euros mensuales. En el caso de la compraventa, la previsión es un descenso del 6,1%, unos 241 €/m² menos.

Estas cifras encajan con las tensiones observadas en el mercado inmobiliario en Barcelona, donde la oferta de vivienda habitual ha ido reduciéndose mientras la demanda se mantenía fuerte. Tal como explicamos en nuestro análisis sobre Madrid y Barcelona hacia 2030, la falta de nuevas promociones residenciales agrava aún más esta situación.



Pisos turísticos en Barcelona: empleo en riesgo y redistribución económica

La otra cara de la moneda es el empleo. Según el mismo informe, se perderán entre 4.000 y 16.000 puestos de trabajo, principalmente en hostelería, comercio y transporte. Sin embargo, se generarán oportunidades en sectores como los servicios inmobiliarios y profesionales, que absorberán parte de los recursos liberados.

El PIB de la ciudad podría reducirse un 0,04% (unos 36 millones de euros), una cifra modesta si se compara con estimaciones más pesimistas encargadas por el propio sector turístico, que elevan las pérdidas a más de 1.900 millones de euros y 40.000 empleos.

Según el Institut d’Economia de Barcelona (IEB), el impacto no debe interpretarse únicamente en términos negativos; la eliminación de las viviendas de uso turístico liberará recursos que, a medio plazo, podrían redirigirse hacia sectores de mayor valor añadido. En su análisis, destacan que actividades como los servicios inmobiliarios, las finanzas o los servicios profesionales y técnicos serían las principales beneficiadas, al absorber parte de esta actividad y generar empleos más estables y con mejores condiciones salariales.

A corto plazo, la transición será compleja: trabajadores que dependían de la actividad turística deberán reubicarse, y no todos los perfiles profesionales encajarán de inmediato en los nuevos nichos laborales. Pero a medio y largo plazo, Barcelona podría ganar en diversificación económica y reducir su dependencia de un turismo excesivo que presiona tanto el mercado laboral como el de la vivienda.

En definitiva, la medida plantea un equilibrio delicado: se pierden empleos en el turismo de base, pero se abre la puerta a una redistribución más saludable del tejido productivo. La clave será cómo acompañar esta transición con políticas de formación y recolocación, que permitan que la reconversión no deje atrás a los trabajadores más vulnerables.


ebate abierto sobre turismo y vivienda

Las asociaciones de apartamentos recuerdan que los pisos turísticos en Barcelona no son el único factor que explica el aumento del alquiler. De hecho, hay barrios con poca presencia de estas viviendas donde los precios también han subido.

Aun así, los vecinos perciben su influencia: más del 60% de los residentes considera que los pisos turísticos generan molestias. Al mismo tiempo, casi el mismo porcentaje reconoce que el turismo es un motor económico esencial.

Este equilibrio entre vivienda asequible y actividad turística es la gran encrucijada que afronta la ciudad. En nuestro informe sobre la previsión del precio de la vivienda en las ciudades españolas, señalamos que Barcelona debe encontrar un modelo de turismo compatible con el acceso a la vivienda.



Pisos turísticos en Barcelona: ¿una solución al alquiler?

La clave será qué ocurre con los apartamentos turísticos en Barcelona cuando caduquen las licencias. Si realmente se destinan a alquiler habitual, puede ayudar a aumentar la oferta disponible, pero si quedan vacíos, es decir, los propietarios no los incorporan al mercado del alquiler de larga estancia, el impacto podría diluirse. En cualquier caso estamos hablando de una gota de agua en la inmensidad del océano.

Una medida necesaria, pero insuficiente

Aunque la eliminación de los pisos turísticos en Barcelona puede ir en la buena dirección, lo cierto es que representa solo un granito de arena frente a la magnitud del problema. La ciudad necesita que la oferta de vivienda crezca de forma exponencial para equilibrar un mercado marcado por la escasez.

Esto implica un doble esfuerzo:

  • Inversión privada que aporte valor, con proyectos sostenibles y rentables que amplíen la oferta de vivienda sin especulación descontrolada.
  • Inversión pública decidida, capaz de poner en marcha vivienda social y asequible tanto en alquiler como en compra.

Como ya analizamos en nuestro artículo sobre el precio de la vivienda en España, el verdadero cuello de botella está en la falta de oferta estructural. El resto de medidas son, en gran parte, discursos populistas que no abordan el problema de raíz: la insuficiencia de vivienda disponible.



Preguntas frecuentes (FAQ)

Preguntas frecuentes sobre los pisos turísticos en Barcelona

¿Cuántos pisos turísticos en Barcelona dejarán de existir?

Se calcula que en 2028 caducarán más de 10.000 licencias de viviendas de uso turístico.

¿Cómo afectará al alquiler en Barcelona?

Los estudios prevén bajadas del 8% al 13% en el precio del alquiler, siempre que los pisos vuelvan al mercado residencial.

¿Cuántos empleos se perderán?

Entre 4.000 y 16.000 empleos relacionados con el turismo, aunque se crearán oportunidades en el sector inmobiliario y de servicios profesionales.

¿Esto resolverá la crisis de vivienda en Barcelona?

No por sí solo. El cierre de pisos turísticos debe complementarse con vivienda pública y nuevas promociones para tener un efecto duradero.

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