1.2 millones de casas en seis años: ¿el gran legado de Sheinbaum o una meta imposible?
1.2 millones de casas en México: Sheinbaum busca hacer historia con su plan habitacional. ¿Legado sexenal o promesa imposible de cumplir?

Imagen referencial generada digitalmente. No corresponde a un proyecto real específico.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha lanzado una de las apuestas más ambiciosas en materia habitacional de las últimas décadas: la construcción de 1.2 millones de casas nuevas en México durante el sexenio. Esta meta, que ya se ha ampliado en algunos discursos a 1.8 millones, busca reducir un déficit que supera los 8 millones de viviendas, según datos de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi). La magnitud del desafío abre un debate inevitable: ¿se trata de una solución histórica o de una promesa que difícilmente podrá cumplirse?
El origen de la meta: del millón inicial a los 1.8 millones de viviendas
En campaña, Sheinbaum propuso un Programa de Vivienda para el Bienestar con un objetivo inicial de 1.1 millones de unidades. Sin embargo, a pocos meses de iniciar su gestión, el compromiso se elevó primero a 1.2 millones de casas y después a 1.8 millones, según informó El Financiero. La estrategia contempla una participación combinada de instituciones como Infonavit, Fovissste, Conavi y la Sociedad Hipotecaria Federal, además de la recuperación de 600.000 viviendas abandonadas anunciada por la mandataria en El País.
De esta forma, el plan busca evitar errores del pasado: fraccionamientos alejados de centros urbanos, viviendas sin acceso a transporte o servicios básicos, y créditos impagables que terminaron en abandono. De acuerdo con El Economista, la prioridad será construir en zonas con infraestructura existente, cerca de escuelas, hospitales y empleos.
Un déficit habitacional que marca la urgencia
En términos prácticos, la realidad es contundente. El déficit habitacional en México no solo es cuantitativo —faltan millones de casas—, sino también cualitativo: millones de familias viven en viviendas deterioradas, con hacinamiento o sin servicios esenciales. Además, el informe de Conavi 2022 detalla que más del 30% de los hogares presenta algún tipo de carencia estructural.
Por si fuera poco, la producción de vivienda social ha venido cayendo en la última década. Según El Economista, la construcción de vivienda de bajo costo está en su punto más bajo en nueve años. Esta tendencia representa un obstáculo directo para la meta sexenal.
¿Qué tan realista es construir 1.2 millones de casas Sheinbaum?
Cumplir con el compromiso no solo depende de la voluntad política. Existen factores críticos que condicionan la viabilidad del plan:
- Financiamiento: El costo de producir más de un millón de casas en seis años es enorme. Infonavit y Fovissste concentran buena parte del crédito hipotecario, pero se requiere diversificar fuentes y asegurar que los pagos sean accesibles para la población.
- Suelo urbano disponible: La falta de terrenos con servicios es un reto histórico. Construir en periferias desconectadas solo reproduce errores del pasado.
- Capacidad constructiva: La industria necesita garantizar materiales, mano de obra calificada y estándares de calidad para alcanzar ritmos superiores a 200.000 viviendas al año.
- Inflación y costos de materiales: El alza del cemento, acero y otros insumos puede comprometer la meta.
- Burocracia: Los trámites de licencias y permisos suelen retrasar proyectos. Una estrategia efectiva exigirá coordinación entre gobiernos estatales y municipales.
Impacto urbano y social: más que un número
Sin embargo, la discusión no puede reducirse únicamente a cifras. Lo crucial es qué tipo de ciudad se construye. En caso de que los nuevos desarrollos se integren en un modelo urbano sostenible —con movilidad, espacios públicos, eficiencia energética y acceso a empleo—, la apuesta podría convertirse en un legado histórico.
Por el contrario, si se prioriza el volumen sin atender al entorno, México podría repetir el fenómeno de las viviendas fantasma, un problema aún latente en estados como Coahuila, Tamaulipas o Sonora.
En este sentido, el reto se conecta con debates más amplios que ya hemos tratado en Habitaro sobre vivienda asequible en México y la necesidad de integrar políticas públicas con inversión privada.
La dimensión económica y el mercado inmobiliario
Por otra parte, la construcción de 1.2 millones de casas Sheinbaum tendría también efectos significativos en el sector inmobiliario y en la economía mexicana:
- Empleo: La edificación de vivienda social es uno de los motores de generación de empleo más fuertes.
- Sector financiero: Requiere ajustes en créditos, tasas y condiciones para evitar sobreendeudamiento.
- Atractivo para inversionistas: El programa podría abrir oportunidades para desarrolladores y constructoras nacionales, así como para fondos de inversión interesados en vivienda social.
De acuerdo con el informe Situación Inmobiliaria México 2025 de BBVA Research, el sector muestra señales de recuperación, pero aún no alcanza la magnitud necesaria para cubrir el déficit.
Conexión regional: ¿puede México liderar en Latinoamérica?
Ahora bien, el problema de la vivienda no es exclusivo de México. En toda Latinoamérica, más del 50% de la población urbana enfrenta carencias habitacionales, según el Banco Interamericano de Desarrollo. Si México logra avanzar hacia un modelo masivo, accesible y sostenible, podría marcar un referente para países con desafíos similares como Colombia, Argentina o Brasil.
Esto conecta con debates recientes sobre vivienda social en Argentina y el colapso de la vivienda asequible en Bogotá, fenómenos que muestran la urgencia de políticas integrales en la región.
Conclusión: ¿1.2 millones de casas Sheinbaum, legado histórico o promesa incumplida?
La construcción de 1.2 millones de casas Sheinbaum puede convertirse en el mayor logro de política habitacional en México desde el auge del Infonavit en los años setenta. Pero también corre el riesgo de sumarse a la larga lista de promesas incumplidas si no se atienden los problemas estructurales: financiamiento, suelo urbano, calidad de vida y transparencia en la ejecución.
En definitiva, el futuro dirá si este sexenio marca un antes y un después en el acceso a vivienda digna o si los números se diluyen en el déficit crónico que arrastra el país.
Preguntas frecuentes sobre el plan de vivienda de Sheinbaum
El gobierno plantea construir al menos 1.2 millones de casas nuevas durante el sexenio, aunque en discursos recientes la cifra se ha elevado a 1.8 millones.
El plan contempla tanto a trabajadores con seguridad social (a través de Infonavit y Fovissste) como a personas sin afiliación, mediante programas de Conavi y créditos de la Sociedad Hipotecaria Federal.
La prioridad será desarrollarlas en zonas urbanas con acceso a transporte, hospitales, escuelas y empleo, evitando los fraccionamientos alejados que marcaron sexenios anteriores.
Sí. Sheinbaum prometió reactivar hasta 600.000 casas abandonadas, lo que complementaría la meta de construcción.
Expertos coinciden en que es ambicioso pero no imposible, siempre que exista financiamiento sólido, suelo adecuado, coordinación institucional y un enfoque de calidad.