Teletrabajo y migración inmobiliaria hacia las afueras: un cambio urbano en marcha en LATAM

El teletrabajo está cambiando el mapa residencial en Latinoamérica: más familias se mudan a las afueras buscando calidad de vida y espacio.

teletrabajo y migración inmobiliaria hacia las afueras en Latinoamérica

La vida laboral desde el hogar está redefiniendo dónde y cómo se vive en la región.

El crecimiento del teletrabajo en Latinoamérica ha desencadenado una transformación profunda. Cada vez más personas abandonan las grandes ciudades en busca de una vida más tranquila. Buscan espacios amplios, mejor calidad del aire y menores costos. Este fenómeno, conocido como teletrabajo y migración inmobiliaria hacia las afueras, está reconfigurando la forma en que se habita y se planifica el territorio en la región. México, Argentina, Colombia y Chile ya están experimentando este cambio estructural. La tendencia se ve acelerada por dinámicas como el nearshoring y las visas para nómadas digitales.


Teletrabajo y migración inmobiliaria hacia las afueras: ¿qué impulsa esta tendencia?

La pandemia forzó la adopción masiva del trabajo remoto. Aunque muchas empresas han vuelto a esquemas presenciales o híbridos, el fenómeno se mantiene con fuerza. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y LinkedIn, entre 2020 y 2022 el teletrabajo en la región pasó del 3 % al 30 %.

Un informe de la OIT confirma que trabajar desde casa depende del nivel de ingresos y la formalidad laboral. Es decir, el teletrabajo refleja una nueva forma de desigualdad estructural.

Esto ha llevado a miles de familias, especialmente de clase media y alta, a revaluar sus prioridades residenciales. La necesidad de vivir cerca del trabajo pierde peso frente a factores como el contacto con la naturaleza, la tranquilidad y la posibilidad de reducir el gasto mensual.

Este fenómeno ha dado pie a lo que algunos investigadores llaman migración por amenidades. En este caso, el entorno natural y la calidad de vida impulsan el desplazamiento residencial. En Latinoamérica, esta tendencia fue confirmada por estudios de SciELO y Meta (Facebook). Ambas fuentes observaron una salida neta de personas desde centros urbanos hacia zonas periféricas o intermedias, especialmente en México, Argentina y Chile.


México: el auge de las ciudades dormitorio

Según GPP Review, más del 70 % de la población mexicana reside en zonas consideradas como “ciudades dormitorio”. Son urbanizaciones periféricas con escasa planificación, alta dependencia del automóvil y poco acceso a servicios. Áreas como Tecámac o Zumpango, en el Estado de México, han cobrado renovado interés.

Además, la creciente ola de nómadas digitales y freelancers del extranjero está impactando zonas como Tulum, San Cristóbal de las Casas o Valle de Bravo. HiredRemoteLI documenta cómo estos perfiles valoran conexión digital, clima templado y menor costo de vida.

Este fenómeno afecta al mercado local, como explicamos en el artículo sobre alquileres turísticos y nómadas digitales. En él, mostramos cómo estas dinámicas encarecen el acceso a vivienda para los residentes permanentes.


Argentina: expansión de countries y suburbanización

En el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), barrios cerrados como Nordelta o Pilar del Este son ejemplo de la nueva expansión urbana argentina. Estas zonas, antes exclusivas, se popularizan entre quienes pueden teletrabajar.

Según un estudio de Meta sobre movilidad post-COVID, en Argentina ha habido un desplazamiento constante hacia la periferia. Esto confirma un proceso real de suburbanización. También ocurre en Rosario, Córdoba o Mendoza.

Esta expansión hacia la periferia plantea retos evidentes. Entre ellos destacan la presión sobre infraestructuras, el transporte público insuficiente y la dependencia del automóvil. Lo abordamos en el artículo sobre vivienda social en Argentina 2026, donde advertimos sobre la fragmentación territorial.

La combinación de teletrabajo y migración inmobiliaria hacia las afueras redefine el perfil de quienes habitan los nuevos bordes urbanos.


Brecha digital en la migración inmobiliaria por teletrabajo

Aunque el teletrabajo abre nuevas posibilidades, solo el 12 % de los trabajadores latinoamericanos puede acceder a él. Las causas son la conectividad limitada, la informalidad y el tipo de ocupación. Así lo indica un análisis de PMC NCBI.

Esto genera una paradoja urbana. Algunas familias eligen dónde vivir, pero muchas siguen atadas a zonas con baja calidad de vida. Esta brecha también se refleja en la calidad de las infraestructuras digitales. Lo analizamos en infraestructura verde y habitabilidad urbana, donde el acceso al entorno y a la conectividad definen nuevas formas de exclusión.


Cómo responde el mercado ante el teletrabajo y la migración inmobiliaria hacia las afueras

Un informe de WebWire sobre tendencias inmobiliarias 2025 en LATAM confirma el impacto del teletrabajo. La demanda crece en zonas con buena conexión, espacios abiertos y servicios sostenibles.

Los principales efectos en el mercado son claros:

  • Aumenta la búsqueda de viviendas con jardín, terraza o espacio de oficina.
  • Se revalorizan zonas rurales o periféricas con infraestructura digital.
  • Surgen tensiones en ciudades intermedias con valor turístico o ecológico.

Este cambio se cruza con fenómenos macroeconómicos como el nearshoring. Nuevos polos productivos están naciendo en regiones no tradicionales. Eso impulsa el interés por zonas como Querétaro, Santa Marta o Antofagasta.


Datos de movilidad y relocalización por teletrabajo en Latinoamérica

El estudio de arXiv (2025) muestra que la movilidad urbana no ha vuelto a los niveles previos a la pandemia. Las zonas más ricas han reducido más su movimiento diario. Esto revela un cambio en el valor del espacio urbano.

Además, las clases sociales que teletrabajan han modificado sus rutinas espaciales. Por eso es urgente repensar las políticas de movilidad, vivienda y planeamiento territorial.


Conclusión: una nueva geografía de la vivienda

El teletrabajo y la migración inmobiliaria hacia las afueras están cambiando el mapa urbano en Latinoamérica. Lo que empezó como una medida de emergencia se ha convertido en una oportunidad para redefinir dónde y cómo vivir.

Para que el fenómeno de teletrabajo y migración inmobiliaria hacia las afueras sea sostenible e inclusivo, se necesitan políticas claras y sostenidas. Debe invertirse en conectividad digital fuera de las grandes ciudades. También se requiere transporte público que conecte zonas emergentes. Además, es clave regular el alquiler en zonas con alta presión y fomentar desarrollos integrados con servicios básicos y sostenibilidad.

Este cambio está en marcha. El reto es que no profundice la desigualdad. Debe abrir nuevas oportunidades de vida digna y conectada en toda la región.


Preguntas frecuentes

¿El teletrabajo está provocando un éxodo urbano en América Latina?

No es un éxodo masivo, pero sí una tendencia creciente hacia zonas periféricas o rurales, especialmente en sectores medios y altos.

¿Qué países lideran esta tendencia?

México y Argentina son los más visibles. También hay casos en Colombia (La Calera, Rionegro) y Chile (Valle del Elqui, Pucón).

¿Qué retos urbanos surgen con esta migración?

Brechas en conectividad, presión sobre servicios en zonas emergentes y ausencia de planificación sostenible.

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