El MIT desarrolla ventanas con aerogel que podrían revolucionar la eficiencia energética

Vista aérea del MIT, cuna de las ventanas con aerogel que revolucionan la eficiencia energética en la construcción
Ventanas con aerogel: una solución revolucionaria contra la pérdida de energía
El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado una nueva generación de ventanas con aerogel que podría transformar la forma en que los edificios gestionan la energía. Este avance tecnológico, llevado a cabo por la startup AeroShield, surge como respuesta a uno de los mayores desafíos del sector de la edificación: el aislamiento térmico eficiente sin sacrificar la entrada de luz natural.
Actualmente, el 32% de la energía en edificios residenciales y comerciales se pierde a través de las ventanas, según datos del U.S. Department of Energy. Las nuevas ventanas con aerogel del MIT han demostrado reducir las pérdidas térmicas hasta en un 65%, manteniendo una alta transparencia y un peso reducido. Esta innovación promete ser un paso clave hacia los edificios de consumo casi nulo (nZEB).
¿Qué es el aerogel y por qué revoluciona el aislamiento?
El aerogel es un material sintético con una estructura porosa que le permite ser extremadamente ligero y al mismo tiempo tener una baja conductividad térmica. En términos sencillos, actúa como un «vacío sólido», bloqueando el paso del calor mucho más eficazmente que el vidrio o incluso los vidrios dobles convencionales.
Gracias a este material, las ventanas con aerogel desarrolladas por AeroShield no sólo ofrecen mejor aislamiento térmico, sino que permiten una mayor entrada de luz solar, reduciendo la necesidad de iluminación artificial y, con ello, el consumo energético total del edificio.
Aplicaciones en rehabilitación y nueva construcción sostenible
El impacto de estas ventanas no se limita a obra nueva. Son también una solución ideal para proyectos de rehabilitación energética, donde la mejora del aislamiento térmico es clave para cumplir con los objetivos marcados por la normativa energética europea 2030.
Integrar ventanas con aerogel en viviendas existentes permite elevar la calificación energética sin intervenciones invasivas, facilitando la mejora del confort térmico y la reducción del consumo.
Además, no podemos descartar que la tecnología productiva del aerogel evolucione lo suficiente como para convertirse en una solución asequible incluso para la mejora energética de edificaciones antiguas. Cabe recordar que, según la normativa europea en tramitación, a partir de 2030 no se podrán vender ni alquilar viviendas con calificación energética F o G, tal como explicamos en nuestro artículo sobre la nueva normativa energética y las restricciones al alquiler.
Un impulso para lograr edificios de energía casi nula
La iniciativa de AeroShield se alinea con los objetivos globales de descarbonización del parque edificatorio, especialmente en climas fríos, donde la demanda de calefacción representa un alto porcentaje del consumo energético.
Estas ventanas pueden desempeñar un papel clave junto a otras soluciones como la construcción industrializada de viviendas o los materiales sostenibles en construcción, todos ellos elementos fundamentales para alcanzar los estándares nZEB.
Configuraciones de vidrio con aerogel: cómo se integran
Las ventanas con aerogel mantienen la estructura típica de acristalamiento aislante (IGU), pero sustituyen el gas inerte por una lámina sólida de aerogel:
- Vidrio doble con aerogel: [Vidrio + Aerogel + Vidrio], con U < 0,5 W/m²·K
- Vidrio triple con aerogel: [Vidrio + Aerogel + Vidrio + Aerogel + Vidrio], con U ~0,2–0,3 W/m²·K
- También se combinan con capas bajo emisivas (Low-E) para mejorar aún más el rendimiento térmico
Este diseño permite un rendimiento superior manteniendo un espesor reducido y compatible con marcos estándar.
¿Se elimina la cámara de gas inerte?
Sí. En las ventanas AeroShield del MIT, el aerogel sustituye completamente la cámara de aire o gas argón habitual en los acristalamientos dobles y triples. Esto elimina problemas de fugas de gas y mejora la estabilidad térmica a largo plazo.
El aerogel bloquea mejor el calor por conducción y convección que el argón, sin necesidad de sellado presurizado.
Grosor del aerogel: delgado pero súper eficiente
El grosor habitual de la lámina de aerogel está entre 5 y 10 mm, siendo 6 mm el estándar actual en la mayoría de prototipos funcionales.
Gracias a su baja conductividad térmica (~0,012 W/m·K), este pequeño espesor ofrece un aislamiento térmico superior al de cámaras de gas de 12–16 mm.
¿Cuánto cuestan las ventanas con aerogel?
AeroShield estima que sus ventanas tendrán un coste similar al triple acristalamiento premium. Según información del MIT y fabricantes:
Tipo de acristalamiento | Precio por m² (estimado) |
---|---|
Vidrio doble con argón | 100–150 € |
Vidrio triple con argón | 200–300 € |
Vidrio doble con aerogel | 250–350 € |
Vidrio triple con aerogel | 350–450 € |
Fuentes: MIT News, TechCrunch, precios de mercado (Internorm, Saint-Gobain, Cortizo).
Retorno de inversión: ahorro energético compensa el sobrecoste en 5–8 años.
Disponibilidad: lanzamientos piloto en 2024 y expansión comercial en 2025–2026.
Apoyo institucional y perspectivas de mercado
El desarrollo de AeroShield ha contado con el respaldo del MIT Energy Initiative (MITEI) y del U.S. Department of Energy, lo que ha permitido avanzar rápidamente hacia una fase comercial.
Según MIT News, la solución tiene un coste competitivo respecto al triple acristalamiento, lo que facilitará su adopción masiva. Se espera que en 2026 sea una opción habitual en construcción nZEB.
¿Son las ventanas con aerogel el futuro del aislamiento térmico?
Todo indica que sí. Frente al creciente coste de la energía y la urgencia climática, este tipo de innovación puede convertirse en un estándar de eficiencia energética.
En el contexto actual, donde el aislamiento eficiente de edificios es una prioridad global, soluciones como esta abren el camino hacia una construcción más inteligente, sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Preguntas frecuentes (FAQ)
Ofrecen un aislamiento térmico muy superior, mayor entrada de luz natural y peso reducido, todo sin sacrificar transparencia.
Sí, pueden instalarse en edificios existentes para mejorar su eficiencia sin necesidad de grandes reformas.
Actualmente tienen un precio similar al triple acristalamiento, pero su ahorro energético a largo plazo compensa la inversión inicial.
Reducen drásticamente las pérdidas de calor, mejorando la temperatura interior en invierno y reduciendo la necesidad de climatización.
Sí, son una de las soluciones más eficaces para cumplir con los requisitos de eficiencia energética establecidos por la normativa europea.